La artritis es la ínflamación de las articulaciones de los huesos, que en fases avanzadas provoca deformidad en las articulaciones. Esta enfermedad articular degenerativa, a menudo descrita como la forma de “desgaste” hace que el cartílago que normalmente amortigua las articulaciones se desintegre, por lo que los huesos se rozan entre sí. ¿El resultado? Dolor, enrojecimiento, rigidez e inflamación.
Este tipo de artritis se trata principalmente con analgésicos, pero los cambios en el estilo de vida también pueden ayudar mucho. El ejercicio y la pérdida de peso suelen encabezar la lista. Mover regularmente la articulación afectada ayuda a estirar y fortalecer los músculos que la rodean, lo que puede aliviar la rigidez y favorecer la movilidad.
Así es que si tiene sobrepeso, perder unas cuantas libras le ayudará a aliviar la tensión de una articulación que soporta peso (como la rodilla o la cadera), así como a reducir la cantidad de proteínas inflamatorias que producen naturalmente las células grasas.
Los cambios en la dieta son, por supuesto, la clave para bajar de peso, pero modificar los hábitos alimentarios también puede ayudar a controlar los síntomas de la artritis. Esto se debe a que, si bien la osteoartritis está causada principalmente por el sobreesfuerzo de una o más articulaciones.
Melissa Ann Prest, dietista licenciada y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética, dijo que “también hay un componente que tiene que ver con la respuesta del cuerpo a las lesiones, que es la inflamación”
Agregó que las dietas mediterránea y DASH (enfoques alimentarios para detener la hipertensión), que limitan el azúcar añadido, los carbohidratos refinados y las grasas saturadas, son las más destacadas desde el punto de vista antiinflamatorio.
Alimentos que ayudan a controlar el dolor provocado por la artritis
1. Salmón: es rico en ácidos grasos omega-3 que combaten la inflamación, lo que puede ayudar a reducir los síntomas de la osteoartritis, afirmó Toby Amidor, dietista licenciada y autora del libro The Family Immunity Cookbook (octubre del 2021). El salmón contiene EPA y DHA, dos tipos de omega-3 que se encuentran en todas las células del cuerpo, explica.
Otra ventaja, según la especialisrta es que comer pescado graso podría ayudar a las personas con formas autoinmunes de artritis, incluida la artritis reumatoide, a controlar mejor la enfermedad.
2. Aceite de oliva: el aceite de oliva extra virgen no tiene muchos omega-3, pero sí contiene otras grasas insaturadas que, de manera similar, ayudan a calmar la inflamación en el cuerpo. Este aceite podría, incluso ayudar a frenar el deterioro del cartílago en las personas con osteoartritis, según un análisis de investigación publicado en Nutrients.
3. Cerezas: las cerezas dulces están repletas de antocianinas, antioxidantes potentes que también se encuentran en los arándanos azules y las frambuesas. Las antocianinas pueden ayudar a minimizar la oxidación y el estrés oxidativo que contribuyen a la inflamación.
Algunas investigaciones también sugieren que el consumo de cerezas podría disminuir los niveles de proteína C reactiva, una proteína inflamatoria que se asocia con formas autoinmunes de artritis (como la artritis reumatoide), así como con la osteoartritis.
4. Ajo: ayuda a prevenir el cáncer, las enfermedades cardíacas y el resfriado común. También hay motivos para creer que podrían reducir el riesgo de osteoartritis. En un estudio publicado en la revista BMC Musculoskeletal Disorders, los investigadores determinaron que las personas que comieron más alliums (incluidos ajo, puerros, cebollinos y cebollas) tuvieron significativamente menos probabilidades de desarrollar osteoartritis de cadera.
5. Espinaca y col rizada: estas verduras de hoja verde son ricas en vitamina K, que según las investigaciones es importante para la salud de los cartílagos. Eso podría explicar por qué los estudios han descubierto que los adultos mayores que no ingieren suficiente vitamina K, que también desempeña un papel en el fortalecimiento de los huesos y ayuda a la coagulación de la sangre, son más propensos a padecer osteoartritis.
La vitamina K en estas verduras puede contrarrestar el impacto de tu anticoagulante, así que asegúrate de consultar con el médico antes de hacer cambios importantes en tu dieta.