Las especias ingredientes de cocina que se usan en todo el mundo para dar sabor a las comidas, además, tienen muchos beneficios para la salud y tiene propiedades curativas. Estas se pueden consumir en todo tipo de preparaciones, salsas e infusiones.
Según la Clínica Mayo, el comino negro contienen ácidos grasos como el oleico, el palmítico y el esteárico, aceite esencial con timoquinona, alfa-pineno, carvacrol, terpinol y limoneno, entre otras sustancias volátiles, principios amargos, saponinas, vitaminas del grupo B y vitamina C y sales minerales, en especial potasio, calcio, selenio, zinc y magnesio.
Entre los beneficios de la toma regular de aceite de comino negro puede ayudar a bajar la tensión sanguínea, en casos de hipertensión leve o moderada, sin embargo, no se sabe con exactitud que funcione en caso de tensiones elevadas y crónicas.
Según la Biblioteca Nacional de Salud de Estados Unidos, Medline Plus, “la aplicación de un gel que contenga extracto de comino negro sobre la piel podría ayudar a mejorar el acné”. De la misma manera puede ayudar con algunas alergias.
El portal de medicina añadió que “la ingesta de comino negro junto con medicamentos para el asma puede mejorar la tos, las sibilancias y la función pulmonar en algunas personas con asma. Pero parece funcionar solo en personas con una función pulmonar muy baja antes del tratamiento”.
De la misma manera, el comino negro contribuye a la activación del metabolismo y en la disminución de los niveles de azúcar en la sangre. “La ingesta de comino negro junto con medicamentos para la diabetes podría causar una marcada disminución de los niveles de azúcar en la sangre. Controle minuciosamente sus niveles de azúcar en sangre. Podría necesitar modificar la dosis de su medicamento para la diabetes”, aseguraron desde Medline Plus.
Es importante incorporar las siguientes especias en la dieta, de forma gradual y en proporciones apropiadas, pero siempre no olvide primero consultar al médico.
Entre las especias que ayudan a controlar la diabetes también está la canela, que posee un efecto regulador de la glucemia, dado que es capaz de frenar el paso de la comida digerida al intestino y, por tanto, hace que la transmisión de glucosa al torrente sanguíneo sea más lenta.