Actualmente, la medicina ha reconocido que algunos productos naturales son buenos para la salud y efectivos a la hora de tratar algunas condiciones médicas. Por esta razón, hoy en día existen medicamentos con componentes naturales que durante miles de años han utilizado los pueblos para aliviar dolencias o sanar enfermedades.
En ejemplo de lo anterior, el portal especializado en salud, nutrición y bienestar Tua Saúde ha revelado que el tallo del jengibre puede ser adquirido en tiendas de productos naturales y supermercados, tanto en su forma natural como en su forma deshidratada como en polvo.
De la misma manera, se afirmó que el jengibre “posee propiedades anticoagulantes, vasodilatadoras, expectorantes, analgésicas, digestivas, antiinflamatorias, antieméticas, antitusivas, astringentes, carminativas, antipiréticas y antiespasmódicas”.
Esta es una planta originaria de los bosques subtropicales del sur de Asia y por siglo, fue una de las preferidas para realizar remedios naturales para frenar las infecciones y procesos virales, especialmente en Grecia.
Hoy en días, gracias a diversos estudios, se sabe que el jengibre tiene grandes contribuciones a la salud, algunas de ellas son:
Ayuda a reducir el azúcar en sangre
El jengibre contribuye a que los niveles de azúcar en la sangre bajen, debido a que hace que suban los niveles de insulina. Esto se debe a que contiene algunas sustancias actúan sobre la serotonina, que es importante en la secreción de insulina en el cuerpo.
Un estudio descubrió que, las personas que padecen diabetes tipo 2 pueden beneficiarse de los efectos del jengibre, ya que si consume en ayunas, mejora el azúcar en sangre. En la diabetes tipo 2 se presenta una frecuente manifestación de la resistencia a la insulina, dado que el cuerpo carece de una cantidad suficiente de glucosa y la parte de esta no se encuentra presente en las células, lo que provoca una elevada cantidad de glucosa en la sangre.
Reduce el colesterol
El portal de salud y bienestar mencionado anteriormente, afirma que, “el jengibre posee propiedades relajantes, antiinflamatorias, antioxidantes, vasodilatadoras y anticoagulantes, las cuales mejoran la elasticidad y la relajación de las arterias, lo que facilita la circulación y ayuda a equilibrar la presión alta”.
Además, añadieron que, “el jengibre inhibe la enzima convertidora de angiotensina, que es responsable por la contracción de los vasos sanguíneos, evitando así el aumento de la presión arterial”. Por ello, es muy bueno para reducir el colesterol, gracias a los antioxidantes que disminuyen el exceso de radicales libres, impidiendo la oxidación de las células de grasa.
“El jengibre contiene compuestos antiinflamatorios que inhiben la formación de placas de grasa en los vasos sanguíneos, mejorando la circulación de la sangre y previniendo enfermedades como infarto, aterosclerosis y derrame”, comentaron en Tua Saúde.
Según estudios publicados por The National Institute of Health, Estados Unidos, el jengibre provoca un efecto termogénico que quema grasa y elimina la grasa saturada, especialmente la del abdomen.
¿Quiénes no deben consumirlo?
Según Prensa Gráfica, afirmó que las personas con enfermedades cardíacas deben evitar su consumo en exceso, porque “puede generar problemas cardíacos como arritmias o, en casos extremos, infarto”. Adicional, no es recomendada para mujeres embarazadas, en especial si están en la última etapa de la gestación, y tampoco es bueno consumir la planta si se usan fármacos para la hipertensión, pues bloquea los canales de calcio”.
Sobre la misma línea, el portal Bienestar de Colsanitas indicó que “no es recomendado en altas dosis para personas que padecen de problemas en los riñones debido a que contiene oxalatos (los cuales originan los cálculos renales)”.
¿Cómo se consume?
Agua de jengibre
Ingredientes:
- 1 cucharada de jengibre rallado (10 gramos).
- 1 rama de canela.
- El jugo de ½ limón.
- 1 taza de agua (250 mililitros)
Preparación:
- Agregar la ralladura de jengibre y la canela en el agua y lleva a ebullición.
- Dejar que infusión durante 10 minutos a fuego lento.
- Apagar el fuego y añadir al agua caliente el jugo de limón.
- Retirar la ralladura de jengibre y la ramita de canela y servir en una taza.
- Se recomienda no tomarla muy caliente y se puede consumir hasta 3 tazas de este té al día.