La sandía es esa fruta refrescante y jugosa que en Colombia se sirve en todos los meses del año, es mucho más que una simple delicia para satisfacer el paladar.
Con su contenido rico en nutrientes y propiedades beneficiosas, la sandía se ha convertido en una aliada para la salud cardiovascular y la circulación sanguínea. Preparar agua de sandía es una forma refrescante y deliciosa de aprovechar todos estos beneficios.
Esta fruta que es científicamente conocida como Citrullus lanatus, contiene una gran cantidad de agua (alrededor del 90 %) y es baja en calorías, lo que la convierte en una opción perfecta para mantenernos hidratados durante los días más calurosos. Pero lo que la hace realmente especial es su contenido de nutrientes esenciales, como la vitamina C, el licopeno, el potasio y la citrulina.
El licopeno es un poderoso antioxidante que se encuentra en grandes cantidades en la sandía, y se ha asociado con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Además, la vitamina C refuerza el sistema inmunológico y favorece la salud de los vasos sanguíneos, mejorando la elasticidad y reduciendo el riesgo de desarrollar aterosclerosis.
Pero es la citrulina la que ha generado un gran interés en el ámbito de la salud cardiovascular. Este es un aminoácido no esencial que se transforma en el cuerpo en arginina, un aminoácido esencial para la producción de óxido nítrico, lo que muchos no saben es que este compuesto juega un papel crucial en la relajación de los vasos sanguíneos, lo que ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y reducir la presión arterial.
Un estudio publicado en el American Journal of Hypertension demostró que el consumo regular de sandía puede llevar a una reducción significativa de la presión arterial en personas con sobrepeso y presión arterial alta. Además, otros estudios sugieren que el óxido nítrico también puede mejorar la función endotelial, reduciendo así el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Agua de sandía
Esta infusión de sandía se realiza al mezclar trozos de la fruta en agua y dejarla reposar durante algunas horas, permitiendo que los nutrientes se liberen en el líquido y se convierta en una bebida refrescante y saludable. Sin embargo, es importante recordar que, si bien el agua de sandía puede ser beneficiosa, no debe reemplazar el consumo de agua regular, que es esencial para mantener la hidratación adecuada.
Además de los beneficios para el corazón y la circulación sanguínea, la sandía también es una excelente fuente de otros nutrientes esenciales, como las vitaminas A y B6, el magnesio y el hierro. Estos nutrientes juegan un papel crucial en la salud general, fortaleciendo el sistema inmunológico, mejorando la función muscular y apoyando la producción de glóbulos rojos.
En un estudio del 2012, los investigadores hallaron que el extracto de sandía redujo la presión arterial en y alrededor de los tobillos de las personas de mediana edad con obesidad e hipertensión temprana. Los autores sugirieron que la L-citrulina y la L-arginina, dos de los antioxidantes en la sandía, podían mejorar la función de las arterias.
El licopeno, anteriormente mencionado, además puede ayudar a proteger contra las enfermedades cardíacas. Una revisión del 2017 sugirió que dicho beneficio podría deberse a que el licopeno ayuda a reducir la inflamación relacionada con la lipoproteína de alta densidad (HDL) o el colesterol bueno.
Por otro lado, los compuestos vegetales que tiene la sandía conocidos como fitosteroles que están presentes en la sandía, pueden ayudar a controlar las lipoproteínas de baja densidad (LDL) o el colesterol malo.
Asimismo, la reducción del colesterol LDL puede ayudar a prevenir la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares, pero el impacto preciso de los fitosteroles en dichas afecciones todavía no se conoce a profundidad.