La cúrcuma es una especia amarilla que se obtiene de la planta cúrcuma longa. Es originaria de la India y se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional y como especia en la cocina.
Esta especia tiene múltiples beneficios antiinflamatorios, antioxidantes y hasta anticancerígenos y por su contenido nutricional y sus propiedades medicinales, tiene muchos efectos saludables para el hígado.
Y es que el hígado es el órgano que tiene la función de filtrar las toxinas y sustancias de desecho que llegan al organismo. Por eso es necesario cuidar de este, adoptando hábitos saludables y una buena alimentación para conservar la salud.
De acuerdo con el portal de salud Amigos del Hígado, la curcumina es un polifenol, es decir que tiene propiedades antioxidantes y “se sabe que aumenta el contenido de glutatión y la actividad glutation s-transferasa en el hígado”, dice.
Estas sustancias actúan como protectores clave “frente a diversas toxinas y radicales libres, por lo cual se le considera un hepatoprotector natural”, termina.
Por otro lado, sobre el efecto de la cúrcuma en el hígado, Medical News Today dice que esta especia tiene “capacidades antioxidantes”, las cuales podrían ser “una buena noticia” para aquellas personas que consumen medicamentos por tiempo prolongado por alguan enfermedad.
¿Qué pasa en el cuerpo cuando se consume cúrcuma?
La cúrcuma ha sido objeto de numerosos estudios científicos debido a sus posibles beneficios para la salud. Algunos de los beneficios más destacados incluyen:
- Propiedades antiinflamatorias: la curcumina presente en la cúrcuma tiene fuertes propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducir la inflamación crónica en el cuerpo. Esto podría ser beneficioso para trastornos inflamatorios como la artritis.
- Acción antioxidante: la curcumina actúa como un antioxidante, lo que significa que puede neutralizar los radicales libres y reducir el estrés oxidativo en el cuerpo. Esto puede ayudar a proteger las células y tejidos del daño.
- Apoyo a la salud digestiva: La cúrcuma puede ayudar a estimular la producción de bilis y mejorar la digestión. También puede aliviar los síntomas de indigestión y malestar estomacal.
- Potencial anticancerígeno: algunas investigaciones sugieren que la curcumina podría tener propiedades que inhiben el crecimiento de células cancerosas y reducen la propagación del cáncer en ciertos tipos de cáncer.
- Salud del corazón: la curcumina puede ayudar a mejorar la función endotelial, reducir la presión arterial y reducir los niveles de colesterol, lo que puede tener un impacto positivo en la salud cardiovascular.
- Mejora de la función cerebral: se ha investigado el efecto de la curcumina en la función cerebral y se ha sugerido que puede tener beneficios para la memoria y la prevención de enfermedades neurodegenerativas.
- Propiedades Antimicrobianas: la cúrcuma puede tener propiedades antimicrobianas y antifúngicas que podrían ayudar a combatir infecciones.
Para usar la cúrcuma se puede tomar en el té. Este se obtiene mezclando media cucharadita de cúrcuma en polvo con una taza de agua caliente. A la bebida puede agregarse una pizca de pimienta negra y un poco de miel al gusto para realzar y mejorar su sabor. Es ideal beberlo lentamente mientras está tibio.
Aparte de los beneficios mencionados en general sobre el consumo de cúrcuma y su ingrediente esencial, la curcumina, las propiedades del té en horas de la noche pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico. No obstante, se debe tener presente algunas consecuencias adversas.
Además del té, para tratar estas afecciones están los suplementos de curcumina, están disponibles en varias formas, incluyendo cápsulas y tabletas, además de la famosa ‘leche dorada’, una mezcla de leche, cúrcuma, pimienta negra, jengibre y miel.