Tratar de mantener los riñones sanos es una tarea que se debe tener en cuenta a diario. La mayoría de enfermedades que afectan a este órgano son congénitas y el hacer lo posible para que estén en óptimas condiciones retrasa en gran medida la aparición de varios de sus males.

Estos “también eliminan el ácido que producen las células del cuerpo y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales (como sodio, calcio, fósforo y potasio) en la sangre. Sin este equilibrio, es posible que los nervios, los músculos y otros tejidos no funcionen normalmente”, así lo informa el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, de Estados Unidos.

Los cálculos en los riñones pueden generar dolor y obstrucción para orinar. | Foto: Getty Images

Uno de los problemas más frecuentes por el que los pacientes llegan hasta las salas de urgencias, es el de cálculos en los riñones. Esta enfermedad también llamada litiasis renal, es conocida por la formación de piedras dentro del organismo, el tamaño de estas varía: pueden ser pequeñas o muy grandes, y su presencia se da principalmente por la concentración de sales dentro de las vías urinarias.

De igual forma, los antecedentes familiares, medicamentos y algunas cirugías gástricas para tratar la obesidad también son causantes de la litiasis renal.

Algunas personas se enteran que tienen cálculos porque les da lo que se conoce como el cólico renal. | Foto: Libre de derechos

Prevención y tratamiento en casa

El factor principal de riesgo para los cálculos renales es no tomar suficiente líquido. Los cálculos renales tienen más probabilidad de formarse si usted produce menos de 1 litro (32 onzas) de orina diario. La dieta, el exceso de peso corporal, algunas afecciones médicas y ciertos suplementos y medicamentos se encuentran entre las muchas causas de los cálculos renales.

Beber mucho líquido es vital para expulsarlos y evitar que se formen nuevos cálculos. El líquido no solo elimina las toxinas, sino que también ayuda a expulsar las piedras y arena a través del tracto urinario.

Jugo de limón: Ayuda a inhibir el crecimiento de bacterias y aporta vitamina C. Para expulsar los cálculos añada limones recién exprimidos al agua tan a menudo como quiera. El limón contiene citrato, que es una sustancia química que evita la formación de piedras de calcio.

Jugo de albahaca: Contiene ácido acético, que ayuda a descomponer los cálculos renales y reducir el dolor. Aporta antioxidantes y agentes antiinflamatorios. Para hacer el jugo se recomienda usar hojas frescas. Muy importante tener en cuenta que el consumo de este jugo no debe ser por más de 6 semanas a la vez.

Vinagre de sidra de manzana: El vinagre de manzana contiene ácido acético que ayuda a disolver los cálculos renales. Además de limpiar los riñones, ayuda a aliviar el dolor causado por los cálculos. Una cucharadita en la mañana es suficiente.

Jugo de apio: Se cree que el jugo de apio elimina toxinas que contribuyen a la formación de cálculos renales. Para prepararlo se licúa uno o más tallos de apio con agua y se bebe el jugo durante todo el día. No se debe tomar si la persona padece algún trastorno hemorrágico, presión arterial baja o una cirugía programada.

Jugo de granadilla: Ayuda a expulsar las piedras y otras toxinas del organismo. Está lleno de antioxidantes, que ayudan a mantener los riñones sanos y pueden tener un papel en la prevención del desarrollo de cálculos renales.

Jugo de raíz de diente de león: Es un tónico para los riñones que estimula la producción de bilis. Se cree que esto ayuda a eliminar los desechos, aumentar la producción de orina y mejorar la digestión.

Infusión de hierba de cola de caballo: Este jugo aumenta el flujo de orina para ayudar a expulsar los cálculos renales y puede calmar la hinchazón e inflamación.

La fruta dorada

Esta fruta es diurética y las propiedades que contiene también favorecen un buen funcionamiento renal. | Foto: Getty Images

Hay una fruta que trabaja directamente para el bienestar de estos órganos y es la piña, que perfectamente se puede incluir dentro de la dieta diaria que, según la OMS, se deben consumir al menos 400 gramos de ella durante el día.

“Es rica en vitamina C y enzimas que ayudan a combatir las infecciones, estimulan la digestión y reducen el riesgo de tener cálculos renales”, reseña el diario El Clarín sobre la piña, que además tiene un aroma dulce y un sabor del mismo talante que la hace adherible a muchas preparaciones.