Mucho se ha hablado de los grandes beneficios para la salud que tiene el uso de las células madre y la industria cosmética no ha sido ajena para sacar provecho de las potencialidades que ofrece para el cuidado de la piel.
Por ello, con el tiempo han surgido tratamientos y productos revolucionarios que se han centrado en mejorar la piel desde el interior haciendo uso de los ingredientes y activos más novedosos y eficaces. De hecho en los últimos meses se ha oído hablar acerca de la cosmética con células madre, una nueva perspectiva que pretende, al igual que lo hace en el campo de la medicina, convertirse en uno de los protocolos cosméticos pioneros para el cuidado de la piel.
Para hablar de células madre hay que entender primero en qué consiste la cosmética con las células madre, que son las células que tienen la capacidad de dividirse y de las que nacen nuevas células que forman órganos y tejidos. Con las constantes divisiones pueden convertirse en células especializadas de un tejido u órgano en concreto, o seguir siendo célula madre. Todo ello las convierten en las más importantes por el poder de regeneración que poseen.
¿Para qué se emplean las células madre?
Células madre en la medicina
En medicina se utilizan células madre adultas (las embrionarias apenas, por motivos éticos) en trasplantes (el trasplante de médula ósea no es otra cosa que un trasvase de células madre), para la regeneración de tejidos. “Es un campo en el que se está investigando mucho y del que se esperan multitud de soluciones”, explicó Meritxell Martí, farmacéutica, que puso como ejemplo la cura de enfermedades como la diabetes.
Células madre en la cosmética
Para la industria cosmética se usan células madre epidérmicas que son las especializadas en la piel. “Su potencial reparador resulta muy interesante, pero por el momento solo está autorizado con fines médicos, como por ejemplo el desarrollo de piel en grandes quemados”, explicó Martí.
La especialista en farmacéutica recalcó que cuando se habla de células madre en cosmética, se trata de las de origen vegetal. Las primeras células madre que se utilizaron procedían de una variedad de manzana suiza (uttwiler spatlauber) capaz de mantenerse fresca durante mucho tiempo. Actualmente las células madre se extraen también del arroz, el melón, diversas flores, hongos, cereales, de procesos de fermentación bacterian.
“Evidentemente no vamos a poner células madre vivas en un cosmético, entre otros motivos, por el precio y la conservación. Sin embargo estas células madre en un cosmético, tienen capacidad antioxidante y regeneradora”, afirmó la farmacéutica.
En algún momento, recodó Martí, un reconocido laboratorio americano aseguró haber desarrollado un producto con células madre extraídas de la grasa humana, sin embargo, después de alguna advertencia de la FDA, reconocieron que realmente los cosméticos no contenían células madre como tal, sino lo que ellos llaman ‘un medio acondicionado de células madre’, que finalmente no se entendió que era realmente.
“Yo creo que volvemos a estar en el mismo caso, es muy difícil que un cosmético contenga directamente estas células madre”, declara la experta en farmacia. En la misma línea, los productos Lifeline Stem Cell Skin Care, se anunciaban como formulados con proteínas de óvulos humanos donados.
“Sin embargo actualmente aseguran que son factores de crecimiento, principalmente péptidos y enzimas, que estimulan la reconstrucción del colágeno por parte de los fibroblastos, pero que en ningún caso se trata de células ni extractos de células embrionarias”, aclara la experta que asegura que “las células madre pueden ser un gran adelanto en el cuidado de la piel, pero hasta que las podamos incluir como tales en un cosmético, todavía quedan pasos por dar”, concluyó.