El colesterol es una sustancia cerosa y parecida a la grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo humano. Es esencial para el funcionamiento adecuado del organismo, ya que desempeña varios roles importantes, como la producción de hormonas, la formación de membranas celulares y la síntesis de vitamina D.

El colesterol se clasifica en dos tipos principales: el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) y el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL). Por eso, el ejercicio regular puede ayudar a reducir los niveles de colesterol en el cuerpo de varias formas:

El colesterol HDL ayuda a eliminar el exceso de colesterol de las arterias y lo transporta de regreso al hígado para su eliminación. | Foto: 123RF/ El País
  • Aumenta el colesterol HDL: El ejercicio aeróbico, como caminar, correr o andar en bicicleta, ayuda a aumentar los niveles de lipoproteínas de alta densidad (HDL), comúnmente conocido como “colesterol bueno”. El HDL ayuda a eliminar el exceso de colesterol de las arterias y transportarlo de regreso al hígado para su eliminación.
  • Reduce el colesterol LDL: El ejercicio puede ayudar a disminuir los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL), conocido como “colesterol malo”. El LDL tiende a acumularse en las arterias y formar placas que pueden obstruir el flujo sanguíneo. El ejercicio ayuda a aumentar la tasa de metabolismo de las grasas, lo que puede reducir los niveles de LDL.
  • Controla el peso corporal: El ejercicio regular ayuda a mantener un peso saludable o a perder peso si es necesario. El exceso de peso puede contribuir al aumento de los niveles de colesterol LDL y triglicéridos, mientras que la pérdida de peso puede ayudar a reducir estos niveles.
  • Mejora la sensibilidad a la insulina: El ejercicio regular puede mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que significa que el cuerpo puede utilizar mejor la glucosa como fuente de energía en lugar de almacenarla como grasa. Una mayor sensibilidad a la insulina puede ayudar a reducir los niveles de triglicéridos y aumentar los niveles de HDL.
  • Promueve la circulación sanguínea: El ejercicio regular mejora la circulación sanguínea en todo el cuerpo, incluidas las arterias. Una mejor circulación sanguínea puede ayudar a prevenir la acumulación de placa en las arterias y mantenerlas más flexibles y saludables.
Si tienes un nivel de condición física adecuado, correr o trotar puede ser una opción más intensa para mejorar la circulación. | Foto: Semana

Es importante destacar que el ejercicio por sí solo puede tener un impacto limitado en los niveles de colesterol si no se acompaña de una dieta equilibrada y otros cambios de estilo de vida saludables

Cinco ejercicios que ayudan a bajar los niveles

Controlar el ritmo cardíaco: El corazón de una persona que hace deporte regularmente lo hace 50 veces. Al principio tu corazón bombea muchas veces para lograr hacer su trabajo (porque lo hace de forma poco eficiente) y por ello debes tener en cuenta tu frecuencia cardiaca máxima.

Activar la circulación: Caminar a paso ligero es una excelente forma de ejercicio cardiovascular que estimula la circulación sanguínea en todo el cuerpo. Intenta caminar al menos 30 minutos al día para obtener beneficios óptimos.

Poner en marcha el organismo: Coger una mancuerna con cada mano y elevar los brazos en recto por delante del cuerpo. También pueden funcionar las zancadas alternadadas llevando un pie hacia atrás con un pequeño brinco pasarlo al frente mientras llevas atrás el otro pie.

Realizar ejercicios específicos para las piernas también puede ayudar a mejorar la circulación en esa área. | Foto: Copyright (c) 2020 Adelaides/Shutterstock. No use without permission.

Elevar las rodillas: Junta los pies y deja los brazos estirados a lado y lado del cuerpo. Elevar las rodillas de forma alterna por dos minutos. Después, hacerlo con más intensidad, despegando los pies del suelo dando pequeños saltitos. Puedes ayudarte empujando con los dos brazos hacia abajo.

Ejercicios aeróbicos: Clases de aeróbicos, como el aeróbic de bajo impacto, el zumba o el baile, son excelentes opciones para mejorar la circulación. Estos ejercicios combinan movimientos dinámicos con música y ayudan a aumentar el flujo sanguíneo.