La nutrición y la pérdida de peso trae consigo mitos que se han ido perpetuando en la ya popular cultura de la dieta en España. Sin embargo, la ardua labor de divulgación en redes sociales por parte de médicos y nutricionistas también nos ha permitido al resto de mortales saber el porqué ciertos hábitos a la hora de comer no son siempre la mejor opción. Este es el caso, por poner un ejemplo, de comer mientras vemos la televisión.

Imagina que llegas del trabajo, ha sido un día estresante, con muchas cosas por hacer y poco tiempo. Luego de llegar por fin al sofá, lo que más te apetece es darte un festín y desconectar. Comes mucho y rápido. En ese momento sientes como si ningún problema existiera por un instante. Te relaja. Ahora bien, ¿realmente este simple gesto engorda? Esta es la pregunta que ha tratado de responder el estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition, el cual concluye que comer con distracciones, ya sea ver la tele, usar el ordenador, jugar o navegar con el móvil o leer algún texto, favorece a que comamos más y peor.

A todo ello hay que añadirle que nos hace menos conscientes de los tipos de alimentos que ingerimos. Pero he aquí otro punto importante a tener muy en cuenta. Contribuye a que comamos un 25% más en la siguiente ingesta, al hacernos sentir que no hemos comido lo suficiente en la anterior. “Si no estamos atentos en lo que comemos es muy sencillo que nos pasemos en las cantidades”, concluye Suzanne Higgs, coautora del estudio y profesora de psicología de la Universidad de Birmingham (Reino Unido).

Médicos y nutricionistas también afirman que comer viendo televisión no es la mejor opción. | Foto: Model and Property Released (MR&PR)

¿Cómo comer de forma consciente?

La alimentación consciente o ‘mindfulness eating’ consiste en desplegar todas las sensaciones, pensamientos y emociones que sobrevienen en torno al acto de comer. Así, se trata de tener una relación sana con los alimentos y tomar conciencia de qué se come, cuánto se come, cómo se come y por qué se come. Así lo definen desde el Centro Lys especializado en psicología nutricional.

Justo en este sentido, en el estudio mencionado se destacó que las que personas que comían conscientemente al medio día, acababa comiendo hasta un 10% menos en la cena. Ahora bien, no hay que confundirlo con seguir una dieta, si no que se trata de de llevar a cabo un proceso de conocimiento para disfrutar realmente de la comida prestando atención a todos los sentidos y sensaciones.

Según expertos, es más difícil perder peso cuando más pasan los años. Foto: Gettyimages. | Foto: Gettyimages

En este sentido, el verdadero problema es la gran desatención y desconexión con las señales del propio cuerpo. Por ello, la alimentación consciente propone un modelo de relación basado “en la atención a las propias señales internas, equilibrando tres fuerzas: la satisfacción, el cuidado y la salud”.

La principal recomendación para aplicar este método es alcanzar un óptimo estado de relajación. Así, “antes de cualquier ingesta haz varias respiraciones que te sitúen mental y físicamente donde estás”, destacan en el Centro Lys. De esta manera, se entrena la atención plena en el momento presente, que es el acto de comer.

A la hora de ingerir los alimentos, hay que hacerlo “despacio y degustando cada pequeña porción”. De tal manera que la mente se centre únicamente “en los diferentes colores, sabores, sonidos, gustos y texturas”. Por eso es importante alejar cualquier otro pensamiento que no tenga que ver con el acto de comer, evitar las distracciones y las preocupaciones, así como estar pendiente del teléfono móvil o realizando otras tareas.

La alimentación consciente o ‘mindfulness eating’ consiste en desplegar todas las sensaciones, pensamientos y emociones que sobrevienen en torno al acto de comer. | Foto: Copyright 2015 Superb Images

La mejor hora para irse a dormir

Los resultados del estudio, recogidos por Xataka, son reveladores: las personas que se acuestan entre las 23:00 y las 00:00 horas tienen un 12% más de riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca que las que se van a dormir entre las 22:00 y las 23:00 horas. Este riesgo se eleva al 25% para las personas que se van a dormir después de las 00:00 horas y al 24% para las que se acuestan antes de las 22:00. Por lo tanto, la mejor hora para irse a dormir es entre las 22:00 y las 23:00 horas.