La miopía está ganando terreno en todos los países desarrollados y para luchar contra esa patología los fabricantes de lentes proponen unos cristales correctores que ayudan a frenar la progresión de la afección en los niños.
Estas lentes oftálmicas especiales utilizan lo que se denomina tecnología de desenfoque periférico (Defocus Incorporated Multiple Segments, Dims, por sus siglas en inglés), o la tecnología de objetivo lenslet altamente asférico (Highly Aspherical Lenslet Target, Halt).
En ambos casos, la lente no solamente contribuye a corregir la miopía, sino que mediante modificaciones en el cristal, ayuda al globo ocular a luchar contra la progresión del problema.
De hecho, a principios de abril la revista Scientific Reports publicó un estudio afirmando que este tipo de cristales está funcionando.
“Hemos intentado muchas cosas para evitar la miopía, pero es la primera vez que tenemos un sistema que funciona realmente. Estoy bastante sorprendida”, explica Claude Speeg-Schatz, presidenta de la Sociedad de Oftalmología francesa.
Asimismo, otros fabricantes de marcas alemanas y francesas utilizan la técnica Halt.
La miopía aparece a causa de una modificación del volumen del globo ocular, que provoca que los rayos de sol se desvíen de forma incorrecta.
Según oftalmólogos, en lugar de enfocarse en los tejidos nerviosos de la parte posterior del ojo (retina), lo hacen delante, lo que provoca que los objetos a distancia se vean borrosos.
Por eso, en promedio, esta nueva generación de lentes ayuda a frenar la progresión de la miopía entre un 60 % y un 67 %, con respecto a los cristales de gafas tradicionales. Un niño aquejado de miopía puede llegar a perder una dioptría cada tres años.
Enfermedad silenciosa
La Organización Mundial de la Salud advirtió que la miopía es una epidemia silenciosa. Cerca de la mitad de la población mundial la sufrirá en 2050, según las proyecciones actuales.
Algunos especialistas explican la progresión reciente de la patología, a causa de las medidas anticovid, que provocaron que los niños y adolescentes permanecieran demasiado tiempo en casa o ante pantallas.
Su prescripción inicial es que los niños utilicen cristales correctores normales. “Pero si la miopía aumenta, receto estos (nuevos) lentes automáticamente y si ya es fuerte inicialmente, los recomiendo de entrada”, afirman.
Jimmy Chammas, un oftalmólogo en Estrasburgo, en el Este de Francia, anotó que esta nueva tecnología tiene realmente un efecto positivo para los niños.
Asimismo, según datos que corresponden a las cifras recogidas en el último Congreso Internacional de Optometría, Contactología y Óptica Oftálmica, la miopía tendrá una tasa más alta de prevalencia entre la generación de las personas nacidas entre 2002 y 2021, en comparación con generaciones anteriores, por lo que se proyecta que el 50 % de la población tiene o tendrá esta patología.
En el caso de Colombia, analizar cómo está la salud visual es complicado, pues no existen estudios con alcance nacional. Sin embargo, las cifras de población atendida y las observaciones de los especialistas dan cuenta de una situación similar al panorama global y una de las razones está ligada al uso excesivo de pantallas, así lo confirman los optómetras.
Para tener en cuenta
En Francia, el costo de esta nueva generación de lentes es de unos 180 euros (casi 200 dólares), lo que equivale casi a duplicar el de los cristales clásicos.
Los especialistas afirman que la pérdida de dioptrías en los niños no solo provoca problemas de visión que hay que corregir regularmente, sino que a largo plazo puede conllevar riesgos más graves, como desprendimiento de retina o glaucoma e, incluso, cataratas precoces.
Para diagnosticar cualquier anomalía visual, es preciso llevar a los niños desde temprana edad al especialista.
*Con información de AFP