Lavar la ropa de cama, incluyendo edredones y cobertores, es una tarea esencial para mantener un hogar limpio y saludable. Sin embargo, puede surgir un desafío cuando alguien se encuentra con un edredón que no cabe en la lavadora estándar, aunque para solucionar esta situación, es importante seguir ciertos pasos que encontrará aquí.
En primer lugar, se debe leer y comprender las etiquetas y las instrucciones de cuidado del edredón, ya que algunos de ellos pueden ser lavados en casa, mientras que otros requieren cuidados especiales o incluso la limpieza en seco. Las etiquetas proporcionan información importante sobre la composición del tejido y las recomendaciones de limpieza.
Luego, se debe proceder a sacudir el edredón para eliminar el polvo y las partículas sueltas. Si es posible, se puede colocar el edredón al aire libre en un día soleado y con mucho aire para ventilarlo durante unas horas, lo que ayudará a eliminar olores y a refrescar el edredón.
Después de esto, es necesario buscar una bañera o un recipiente grande en el cual quepa completamente el edredón. Llene esto con agua fría o tibia, dependiendo de las instrucciones de cuidado, y agregue un detergente suave, mezclando bien el agua para crear una solución jabonosa.
A continuación, se debe sumergir el edredón en la solución y asegurarse de que esté completamente mojado. Usar las manos o un palo de madera largo y limpio para agitar suavemente el edredón en el agua ayudará a que el detergente penetre en las fibras y a aflojar la suciedad y las manchas.
Si hay manchas localizadas en el edredón, se pueden frotar suavemente con un cepillo suave o una esponja, evitando cepillos rígidos o abrasivos que puedan dañar el tejido. Luego, se debe dejar el edredón en remojo en la solución jabonosa durante al menos 30 minutos para que el detergente actúe y la suciedad se afloje.
Una vez concluido el tiempo de remojo, es importante vaciar la bañera o caneca y enjuagar el edredón varias veces con agua limpia para asegurarse de que no queden residuos de detergente en el tejido. Después, se debe eliminar el exceso de agua presionando suavemente el cobertor contra las paredes de la bañera o utilizando una toalla grande para absorber la humedad.
El siguiente paso consiste en colgar el edredón al aire libre o en un área bien ventilada para que se seque. Se puede utilizar una cuerda resistente o una percha grande para que el edredón tenga suficiente soporte y no se deforme; además, asegurarse de que el edredón esté completamente extendido garantizará un secado uniforme.
Es importante evitar la exposición directa al sol, ya que la luz solar intensa puede decolorar el tejido, por lo tanto, se debe optar por una ubicación sombreada o colgarlo en un día nublado si se elige secar al aire libre. Antes de guardar el edredón en la cama o en el armario, es esencial asegurarse de que esté completamente seco, ya que la humedad residual puede provocar la formación de moho y olores desagradables.
Si aún tiene dudas sobre cómo lavar su edredón o no se siente cómodo haciéndolo en casa, puede considerar llevarlo a una lavandería profesional. Allí, los expertos en limpieza pueden utilizar métodos adecuados y productos específicos para mantener la calidad del cobertor, aunque siguiendo los pasos mencionados anteriormente, de una manera cuidadosa logrará tener un excelente resultado y mantener la calidad del tejido durante el proceso de limpieza.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.