El ombligo es una parte del cuerpo que a menudo pasa desapercibida en la rutina diaria de higiene, pero su limpieza adecuada es crucial para prevenir infecciones y mantener una buena salud. En este artículo, explore cómo limpiarlo correctamente y por qué es fundamental mantenerlo aseado.

limpiar el ombligo | Foto: GettyImages

¿Por qué es importante limpiar el ombligo?

El ombligo, también conocido como el cordón umbilical, es el remanente de la conexión entre la madre y el feto durante el embarazo. Después del nacimiento, el cordón se corta y queda el ombligo. Aunque parece una parte pequeña e insignificante del cuerpo, este puede albergar bacterias, hongos y otros microorganismos si no se limpia adecuadamente.

Prevención de infecciones:

El ombligo, al ser una zona cálida y húmeda, es propenso a la acumulación de suciedad y humedad, creando un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano. La falta de limpieza regular puede llevar a infecciones como la ombligoitis, que puede causar enrojecimiento, dolor e incluso secreción de pus.

Evitar malos olores:

La acumulación de células muertas de la piel, residuos de sudor y bacterias en el ombligo puede llevar a la producción de malos olores. Mantener una buena higiene en esta área ayuda a prevenir la formación de olores desagradables.

Cuidado de la piel:

La limpieza regular del ombligo no solo previene problemas de salud, sino que también contribuye al cuidado general de la piel. La acumulación de suciedad puede irritar la piel y provocar molestias.

La limpieza del ombligo es una parte importante de la higiene personal, aunque a menudo es una zona que pasa desapercibida. | Foto: Getty Images

Cómo limpiar el ombligo correctamente:

Luego de conocer la importancia de mantener el ombligo limpio, vea algunos pasos simples para hacerlo correctamente:

1. Lavado regular con agua y jabón suave:

  • Moje un hisopo de algodón o una bolita de algodón con agua tibia.
  • Aplique un jabón suave en el algodón.
  • Limpie suavemente el ombligo, asegurándose de llegar a las áreas difíciles de alcanzar.

2. Secado adecuado:

  • Después de limpiar, asegúrese de secar completamente el ombligo con una toalla limpia y seca.
  • La humedad residual puede ser un caldo de cultivo para bacterias, así que seque minuciosamente.

3. Evitar el uso excesivo de productos:

  • No es necesario utilizar productos químicos fuertes o abrasivos para limpiar el ombligo. Un jabón suave es suficiente para mantener la higiene.
Ombligo | Foto: Getty Images

4. Revisión periódica:

  • Examine regularmente el ombligo en busca de signos de enrojecimiento, hinchazón, mal olor o secreciones anormales.
  • Si nota algún síntoma inusual, consulte a un médico para obtener orientación.

5. Cuidado durante el baño:

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.