La freidora de aire o air fryer se ha vuelto un utensilio cada vez más necesario en muchos hogares que han preferido migrar de métodos tradicionales de cocción como la fritura en aceite al calor.
Para personas con muchas ocupaciones o menos tiempo para cocinar, las freidoras de aire también se han convertido en un aliado indispensable, pues se ha comprobado que cocinan los alimentos de manera más rápida que los métodos convencionales, ya que utilizan la recirculación de aire caliente de manera más uniforme y rápida sobre los alimentos.
Pero aparte de la rapidez y lo saludable que puede ser está su practicidad, estos electrodomésticos suelen ser fáciles de operar y cuentan con configuraciones preestablecidas para diferentes tipos de alimentos, lo que facilita su uso incluso para personas con poca experiencia en la cocina.
Además, en casi todos los modelos mientras la canastilla no esté completamente ajustada en el lugar en el que se produce la cocción, la freidora no funciona, lo que previene accidentes y la hace una herramienta segura.
El frecuente uso de estos aparatos no solo lleva a su desgaste normal y esperado en sus componentes, sino que además la suciedad producto de residuos y la misma grasa que pueden desprender algunos alimentos, especialmente carnes, puede ser incómoda, difícil de sacar si no se hace a tiempo, pero también un foco de enfermedades.
A medida que los alimentos se cocinan, algunos residuos pueden desprenderse y quedar atrapados en las partes internas de la freidora, especialmente si no se utilizan forros o papel de aluminio para evitar el contacto directo de los alimentos con la canastilla.
Lo ideal es limpiarla después de cada uso, pues los residuos y la grasa se acumularán con el tiempo, lo que dificultará la limpieza y aumentará el ensuciamiento. De hecho, la falta de limpieza en este aparato puede llegar a interferir con el sabor de las comidas, pues el olor y las sustancias de algunos alimentos son lo suficientemente fuertes para impregnarse en el utensilio.
¿Cómo limpiar la freidora de aire?
Aunque el proceso de limpieza de la air fryer puede tornarse algunas veces largo, se recomienda que en caso de que no pueda hacerse cada vez que se utiliza, sí se practique de manera regular, por lo menos una vez a la semana en caso de tener un uso frecuente de esta herramienta.
Para remover los residuos de grasa y alimentos de la freidora es muy importante tener en cuenta que debe hacerse cuando esta se encuentra desconectada de la energía y totalmente fría para evitar accidentes.
Para iniciar se extrae la canasta y la bandeja de la freidora con cuidado. Estas piezas son generalmente aptas para lavaplatos, así que pueden lavarse a mano o en el lavaplatos, según las instrucciones del fabricante.
Posteriormente, se lava la canasta y la bandeja con agua caliente y jabón suave de losa. Si tiene residuos de alimentos adheridos, puede dejarse en remojo por unos 20 o 30 minutos con un poco de detergente en agua antes de lavar. Si es necesario, un cepillo de cerdas suaves puede ser útil para eliminar los restos persistentes de grasa y comida.
Para limpiar el interior se utiliza un paño húmedo o una esponja con agua y jabón evitando que entre agua en las aberturas eléctricas o los componentes electrónicos. Si hay acumulación de grasa o residuos difíciles de quitar, se puede preparar una solución de agua tibia y vinagre blanco para ayudar a aflojarlos.
La desinfección se puede llevar a cabo con una solución segura para alimentos, mezclando agua y una pequeña cantidad de lejía o utilizar toallitas desinfectantes aptas para superficies de contacto con alimentos.
Al final hay que asegurarse de enjuagar bien todas las partes de la freidora que han estado en contacto con productos químicos de limpieza o desinfección. Se secan completamente con un paño limpio o se dejan al aire antes de volver a ensamblar la freidora.
Antes de volverse a guardar hay que verificar que la freidora no tenga partes mojadas o húmedas, pues esto puede ser un foco de moho o malos olores.