La avena es un cereal que tiene muchas propiedades y se usa comúnmente para bajar el azúcar, el colesterol y la presión arterial, entre otros, por sus propiedades antioxidantes y vitaminas y minerales.
De hecho, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, reveló que “la avena es rica en un tipo específico de fibra, conocida como betaglucano, que disminuye la absorción de grasas a través del intestino, reduciendo los niveles de colesterol llamado ¨malo¨ o LDL, en sangre, previniendo enfermedades cardiovasculares graves, como infarto o accidente cerebrovascular (ACV)”.
Asimismo, indicó que “por ser rica en fibras, la avena disminuye la velocidad de absorción de azúcar de los alimentos, ayudando a controlar los niveles de glucosa en sangre, evitando así la resistencia a la insulina y la diabetes”.
Además de eso, señaló que “la avena también contiene avenatramida, un compuesto bioactivo con acción antioxidante y antiinflamatoria, mejorando la función de la hormona insulina y ayudando así a controlar la glucemia en personas diabéticas”.
Adiciona, puntualizó que “la avena es muy rica en antioxidantes, especialmente avenantramidas, que aumenta la producción de óxido nítrico en el organismo, una sustancia que ayuda a relajar los vasos sanguíneos, facilitando la circulación de la sangre y reduciendo la presión arterial”.
Información nutricional por 100 gramos de avena
- Calorías: 353 kcal.
- Hidratos de carbono: 55,70 gr.
- Proteínas: 11,72 gr.
- Fibra: 9,67 gr.
- Grasas totales: 7,09 gr.
- Azúcares: 0 gr.
- Calcio: 80 mg.
- Hierro: 5,80 mg.
- Magnesio: 129 mg.
- Potasio: 355 mg.
- Fósforo: 95 mg.
- Sodio: 8,40 mg.
- Zinc: 3,2 mg.
- B1 (Tiamina): 0,67 mg.
- B2 (Riboflavina): 0,17 mg.
- B6 (Piridoxina): 0,96 mg.
- Ácido fólico: 33 µg.
Ahora bien, es importante señalar que la avena es muy versátil, y puede ser adicionada en las frutas y el yogur, o ser usada en algunas recetas, como panqueques, panes o galletas y la cantidad recomendada por día de la avena es de dos cucharadas.
De hecho, la Fundación Española de la Nutrición (FEN), reveló algunas recetas para incluir la avena en la dieta:
1. Batido: mezclar medio plátano, una taza de leche, tres cucharadas de avena, diez almendras y hielo al gusto.
2. Cocida: cocinar a 1/3 de taza de avena en hojuelas con una taza de la leche de preferencia y complementarla con algo de fruta y frutos secos.
3. Cruda: colocar en un bol de tres a cuatro cucharadas de avena en hojuelas, agrega entre una taza y media de la leche de la preferencia, tapar y meter a la nevera durante toda la noche y a la mañana siguiente agregar algo de fruta y frutos secos.
También es posible consumirla en forma de bebida vegetal, mejor conocida como leche de avena, la cual puede ser preparada en casa o comprada en los supermercados, según el portal portugués y para prepararla hay que agregar 100 gramos de copos de avena en un litro de agua que se deben dejar en remojo un par de horas, para después colar y licuar.
No obstante, el consumo de avena puede gases e hinchazón, según Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, pero para minimizar los efectos secundarios, se puede comenzar con una dosis baja y se aumenta lentamente la dosis hasta la cantidad deseada, pues el cuerpo se acostumbrará al salvado de avena y es probable que los efectos secundarios desaparezcan.
De otro lado, hay que indicar que “naturalmente, la avena no contiene gluten, y es por eso, que puede ser utilizada en casi todos los tipos de dietas. Sin embargo, las personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten, deben verificar siempre si el envoltorio de la avena tiene el sello que indica que se encuentra libre de gluten”, explicó Tua Saúde.
De todos modos, la información antes dada no sustituye la asesoría médica y es de vital importancia consultar a un experto de la salud para que sea este quien explique el tema mencionado.