La insulina es una hormona producida por el páncreas y es la encargada de ordenar al hígado para absorber el azúcar en la sangre. La hormona también hace presencia en el proceso del metabolismo y las grasas, razón por la cual las personas que sufren de diabetes pueden llegar a sufrir de colesterol alto o sobrepeso.
Las personas que cuentan con diabetes tipo 2 tienen una mayor resistencia a la insulina, es decir que los niveles de la glucosa son más altos. Por tal motivo, es importante que las personas que padecen esta afección eviten o limiten ciertos alimentos en su dieta diaria.
Las grasas saturadas y las grasas trans pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas en personas con diabetes. Se deben evitar alimentos como carnes grasas, embutidos, mantequilla, margarina sólida, alimentos fritos y productos procesados que contengan aceites hidrogenados. Se recomienda optar por grasas saludables como aceite de oliva, aguacate, nueces y pescado graso como el salmón.
Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta y enfermedades cardiovasculares. Por lo tanto, se aconseja limitar el consumo de alimentos altos en sodio, como enlatados, procesados, embutidos, salsas y condimentos salados. Es importante leer las etiquetas de los productos y elegir opciones bajas en sodio.
El consumo de alcohol puede interferir con el control del azúcar en la sangre y aumentar el riesgo de hipoglucemia. Se recomienda que las personas con diabetes consulten con su médico sobre la cantidad y frecuencia de consumo de alcohol adecuados para su situación individual. En general, es recomendable limitar o evitar el consumo de bebidas embriagantes.
El azúcar y los alimentos con alto contenido de este deben ser evitados por las personas con diabetes. Esto incluye bebidas como refrescos, jugos de frutas procesados, bebidas energéticas y deportivas, así como postres, dulces, galletas, pasteles y helados. La American Diabetes Association (ADA) recomienda utilizar edulcorantes artificiales o sustitutos del azúcar con moderación, si es necesario.
Sin embargo, las personas con una glucosa alta pueden ingerir la infusión natural a base de canela. De acuerdo con el portal Mundo Deportivo, la canela tiene un compuesto llamado MHCH, que permite mejorar las respuestas de las células a la insulina, así como regular los niveles de azúcar en la sangre.
¿Cómo preparar el té de canela?
Pasos:
- Hervir una taza de agua.
- En su punto de ebullición añadir una rama de canela.
- Dejar a fuego lento por cinco minutos.
- Acto seguido, apagar y dejar reposar por unos minutos.
- Luego se debe colar y posteriormente consumir.
Es importante mencionar que la canela tiene algunas contraindicaciones, motivo por el cual se debe evitar su consumo en exceso.
Por otra parte, los vegetales sin almidón son ricos en fibra, vitaminas y minerales, y tienen un impacto mínimo en los niveles de azúcar en la sangre. Ejemplos de estos alimentos incluyen espinacas, brócoli, zanahorias, pimientos, pepinos, berenjenas y tomates. La American Diabetes Association (ADA) recomienda incluir una variedad de vegetales en cada comida.
Las frutas son una excelente fuente de fibra, vitaminas y antioxidantes. Si bien las personas con diabetes deben tener en cuenta su contenido de azúcar, aún pueden disfrutar de una amplia variedad de frutas frescas o congeladas en porciones controladas. Algunas opciones recomendadas son manzanas, bayas, naranjas, peras y melones.
Los productos lácteos bajos en grasa, como leche desnatada, yogur bajo en grasa y queso bajo en grasa, son opciones saludables para las personas con diabetes. Estos alimentos proporcionan calcio y proteínas sin agregar demasiada grasa o azúcar a la dieta.
Finalmente, es importante mencionar que antes de realizar un cambio importante en la dieta, lo mejor será consultar con un profesional de la salud.