Las personas que regularmente comen y beben más calorías de las que gastan por día tienen más probabilidades de aumentar de peso, lo que incluye la grasa abdominal, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
No obstante, es importante señalar que la grasa abdominal no se limita a la grasa subcutánea, que es la capa de relleno justo por debajo de la piel, sino que también incluye la grasa visceral, que se encuentra en la profundidad del interior del abdomen y rodea los órganos internos.
Por ello, para reducir la grasa abdominal es importante seguir varias recomendaciones, y la primera es tener una dieta saludable que incluya:
- Alimentos de origen vegetal, como las frutas, las verduras y los granos o cereales integrales.
- Fuentes magras de proteína, como pescado y productos lácteos bajos en grasa.
- Limitar las carnes procesadas, así como las grasas saturadas que se encuentran en la carne y en los productos lácteos ricos en grasas, como el queso y la mantequilla.
- Elegir cantidades moderadas de grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, que se encuentran en el pescado, los frutos secos y ciertos aceites vegetales.
Ahora bien, es clave elegir sabiamente el tamaño de las porciones, ya que incluso cuando se están tomando decisiones saludables, las calorías se acumulan, y por eso, hay que reducir el tamaño de las porciones.
Entre tanto, la alimentación debe estar acompañada de bebidas que ayuden a acelerar el proceso por sus propiedades diuréticas como el jugo de espinacas, manzana y limón.
De hecho, el portal Mejor con Salud puntualizó que para preparar la bebida hay que licuar una manzana verde, el jugo de ½ limón, una taza de espinacas crudas, y un vaso de agua. Después, cuando se consiga una mezcla homogénea se consume, y preferiblemente en ayunas.
Por su parte, la entidad sin ánimo de lucro indicó que es clave hacer ejercicio y señaló que para la mayoría de los adultos sanos, el Departamento de Salud y Servicios Humanos recomienda actividad aeróbica moderada, como caminar a paso ligero, al menos 150 minutos a la semana o actividad aeróbica vigorosa, como trotar, al menos 75 minutos a la semana.
Adicional, los ejercicios de fortalecimiento muscular se recomiendan, al menos, dos veces a la semana, y si se desea bajar de peso o alcanzar metas específicas para estar en forma, es posible que se necesite hacer más ejercicio.
Asimismo, según Mayo Clinic, existen algunas pruebas que indican que el entrenamiento en intervalos de alta intensidad puede ser útil para reducir la grasa abdominal, al igual que el fortalecimiento muscular.
De otro lado, la entidad sugirió otras estrategias para bajar de peso:
1. Encontrar una motivación interior, como por ejemplo las próximas vacaciones en la playa, el jean que se guardó hace tiempo, o por temas salud. Además, hay que automotivarse con notas de ánimo en la puerta de la despensa o en el refrigerador. Asimismo, es importante buscar una persona que dé apoyo, no sabotee, no juzgue y esté siempre dispuesta a volver a motivar.
2. Cambiar el punto de vista, pues no basta con comer alimentos saludables y hacer ejercicio durante unas pocas semanas o incluso meses si se desea un control de peso exitoso a largo plazo. Por eso, estos hábitos deben convertirse en un estilo de vida y los cambios en el estilo de vida comienzan cuando se miran con sinceridad los patrones de comida y la rutina diaria.
De todos modos, la información antes dada no sustituye la asesoría médica y es de vital importancia consultar a un experto de la salud para que sea este quien explique el tema mencionado.