Aunque los ácaros son invisibles al ojo humano, eso no significa que no estén presentes en el hogar. Con el paso del tiempo, los colchones y las sábanas se convierten en un ‘refugio’ para estos diminutos organismos, que son los principales responsables de las alergias y los salpullidos en el cuerpo.

Según el médico Santiago Rojas, la mayoría de las alergias están relacionadas con agentes presentes en el entorno, como el polvo y los ácaros. Si la calidad de los tejidos de las almohadas y el colchón no es la adecuada, o si se mantienen por más de siete u ocho años, las posibilidades de desarrollar alergias aumentan considerablemente.

Es esencial llevar a cabo una limpieza adecuada del hogar de forma regular, prestando especial atención a las almohadas y los colchones. | Foto: Getty Images

Por lo tanto, es esencial llevar a cabo una limpieza adecuada del hogar de forma regular, prestando especial atención a las almohadas y los colchones, para evitar que estos diminutos seres, invisibles a simple vista, se acumulen y causen molestias como estornudos, congestión nasal, lagrimeo y enrojecimiento de los ojos.

“Uno de los hechos fundamentales es que el ser humano pierde, aproximadamente, 90 litros de agua al año y una cantidad considerable de células muertas de la piel van directamente al colchón, las cuales pueden quedar entretejidas en las sabanas o en los materiales de este”, asegura Rojas, experto en descanso para Americana de Colchones.

Las sábanas deben ser lavadas con mucha frecuencia. | Foto: GettyImages

Ante esto, de acuerdo con el doctor Rojas, se debe tener en cuenta algunas recomendaciones a la hora de cuidar el colchón:

  • No arreglar la cama después de levantarse: se recomienda esperar un tiempo y dejar la cama descubierta para que los ácaros no tengan un medio de cultivo.
  • Cambiar las sábanas y fundas de las almohadas: Los ácaros sobreviven gracias a la ingesta de agua de la atmósfera, el sudor y la piel muerta los alimenta, por eso se debe cambiar las sábanas una vez a la semana y las fundas de almohada hasta dos veces por semana, particularmente si presenta problemas respiratorios.
  • Usar spray antiácaros: Este tipo de spray mantiene el área libre de ácaros desde el primer uso. Es importante que el producto tenga una base de aceites con propiedades desinfectantes como el limón, eucalipto, canela, ciprés o lavanda. De esta forma, se recomienda también a la hora de comprar un colchón, adquirir uno con tratamientos antiácaros, antimicóticos y antibacteriales, para un descanso saludable.
  • Realizar una limpieza regular del hogar: Hay que prestar atención a las almohadas y los colchones. Se recomienda aspirarlos al menos una vez al mes y lavar las sábanas y las fundas de almohadas en agua caliente semanalmente.
  • Utilizar fundas de colchón y almohada con protección antiácaros: Actuarán como una barrera física para evitar su acumulación. Es importante asegurarse de que estas fundas sean de alta calidad y estén certificadas como efectivas contra los ácaros.
  • Controlar la humedad en el dormitorio: Ya que los ácaros prosperan en ambientes húmedos, se recomienda mantener una buena ventilación, utilizar deshumidificadores si es necesario y evitar la acumulación de humedad en el colchón y las sábanas. Es importante evitar el uso excesivo de vaporizadores o humidificadores, puesto que pueden favorecer la proliferación de ácaros.

¿Con qué se deben lavar las sábanas?

Las sábanas se deben lavar utilizando detergentes comunes que sean adecuados para el tipo de tejido de las mismas. En general, se recomienda seguir las instrucciones de lavado proporcionadas por el fabricante.

Para la mayoría de los tejidos de sábanas, como el algodón o el poliéster, se puede utilizar un detergente suave o regular. Es importante evitar el uso de productos que contengan ingredientes fuertes o agresivos, como blanqueadores o suavizantes químicos, ya que pueden dañar los tejidos o causar irritación en la piel.

La temperatura del agua de lavado también es relevante. En general, se recomienda lavar las sábanas en agua caliente (alrededor de 60°C) para eliminar eficazmente los ácaros y los alérgenos. Además del lavado regular, se sugiere secarlas completamente antes de volver a colocarlas en la cama, ya que los ácaros tienden a proliferar en ambientes húmedos. Se recomienda utilizar la configuración de secado adecuada para el tipo de tejido, ya sea secado al aire o en secadora a baja temperatura.

Si las sábanas son de seda, lino u otros materiales más delicados, es importante seguir las instrucciones de cuidado específicas en las etiquetas. Algunos materiales pueden requerir un lavado más suave a mano o en ciclo delicado, utilizando detergentes suaves.

Las sábanas se deben lavar utilizando detergentes comunes que sean adecuados para el tipo de tejido de las mismas. | Foto: GettyImages