El azúcar en la sangre es el azúcar principal que se encuentra en la sangre, y es la principal fuente de energía del cuerpo, y proviene de los alimentos que se consumen, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Ahora bien, es clave tener los niveles en rangos saludables, y los objetivos típicos son:

  • Antes de una comida: 80 a 130 mg/dL
  • Dos horas después del comienzo de una comida: Menos de 180 mg/dL
La diabetes se puede prevenir mediante la adopción de estilos de vida saludables . | Foto: John Molloy

Es más, la biblioteca señaló que la forma más común de verificar su nivel de glucosa en sangre en el hogar es con un medidor de glucosa en sangre, pues un medidor de glucosa en sangre mide la cantidad de glucosa en una pequeña muestra de sangre, generalmente de la punta del dedo.

No obstante, cuando los niveles están altos o bajos, se pueden presentar algunos síntomas, como, por ejemplo:

Los síntomas del azúcar alta en la sangre pueden incluir:

  • Estar muy sediento o tener la boca seca.
  • Tener visión borrosa.
  • Tener la piel seca.
  • Sentirse débil o cansado.
  • Necesidad de orinar mucho, o necesitar levantarse más seguido de lo usual en la noche para orinar.
Un estilo de vida saludable puede prevenir enfermedades. | Foto: Getty Images

Los síntomas del azúcar baja en la sangre pueden incluir:

  • Latidos rápidos.
  • Temblores.
  • Sudor.
  • Nerviosismo o ansiedad.
  • Irritabilidad o confusión.
  • Mareos.
  • Hambre.
La glucosa es la principal fuente de energía del cuerpo. | Foto: GettyImages

¿Cómo tener un buen manejo del azúcar en la sangre?

El portal de salud Healthline reveló algunos consejos para controlar los niveles de azúcar:

2. Tener una alimentación saludable: hay que elegir alimentos ricos en fibra, con bajo contenido graso y pocas calorías, y centrarse en las frutas, las verduras y los granos integrales. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que una dieta sana incluye diariamente al menos 400 g de frutas y hortalizas al día. Respecto a las grasas y azúcares, menos del 10 % de la ingesta calórica total debe ser de azúcares libres y menos del 30 % de la ingesta calórica diaria debe proceder de grasas. Finalmente, la OMS explica que se deben consumir menos de cinco gramos de sal al día y la sal debería ser yodada.

De hecho, estas tres divisiones en el plato promuevan una alimentación saludable:

  • Una mitad: frutas y vegetales sin almidón.
  • Un cuarto: granos integrales.
  • Un cuarto: alimentos ricos en proteína, como legumbres, pescado o carnes magras.

3. Beber agua: una ingesta diaria adecuada de líquidos es la siguiente:

  • Aproximadamente 15,5 tazas (3,7 litros) de líquidos al día para los hombres.
  • Aproximadamente 11,5 tazas (2,7 litros) de líquidos al día para las mujeres.

4. No fumar, porque fumar puede contribuir a la resistencia a la insulina, lo que puede llevar a tener diabetes tipo 2.

5. Dormir bien: según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) las necesidades personales varían, pero en promedio, un adulto necesita entre siete y ocho horas de sueño por noche; los bebés duermen unas 16 horas diarias; los niños pequeños necesitan unas diez horas de sueño y los adolescentes requieren, al menos, 9 horas.

6. Controlar el estrés: El estrés es parte de la vida, pero puede hacer que sea más difícil manejar la diabetes, por ejemplo, controlar los niveles de azúcar en la sangre y ocuparse de los cuidados diarios que requiere la diabetes, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).

De todos modos, la información antes dada no sustituye la asesoría médica y es de vital importancia consultar a un experto de la salud para que sea este quien explique el tema mencionado.