La enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo que afecta el sistema nervioso y las partes del cuerpo controladas por los nervios; cabe destacar que los síntomas de esta enfermedad aparecen lentamente.

Parkinson, una enfermedad que afecta a miles de colombianos. | Foto: Getty Images

En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, el rostro puede tener una expresión leve o nula. Es posible que los brazos no se balanceen cuando caminas, el habla puede volverse suave o incomprensible; los síntomas de la enfermedad de Parkinson se agravan a medida que la afección evoluciona. A pesar de que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, los medicamentos podrían mejorar notablemente los síntomas.

Síntomas

Los síntomas de la enfermedad de Parkinson varían según la persona. Los primeros síntomas pueden ser leves y pasar desapercibidos. Por lo general, los síntomas se manifiestan en un lado del cuerpo y continúan empeorando en ese lado, incluso cuando comienzan a afectar las extremidades de ambos lados.

La enfermedad puede ser más fuerte en cierto tipo de personas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Algunos de los síntomas de la enfermedad de Parkinson son:

  • Lentitud en los movimientos, también llamado bradicinesia: Con el tiempo, la enfermedad de Parkinson puede ralentizar tus movimientos, y hacer que las tareas simples te resulten complicadas y te lleven más tiempo. También es posible que des pasos más cortos cuando camines o que te resulte más difícil levantarte de una silla. Además, puede que arrastres los pies al intentar caminar.
  • Rigidez muscular: La rigidez muscular puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Los músculos rígidos pueden causarte dolor y limitar tu amplitud de movimiento.
  • Deterioro de la postura y el equilibrio: Es posible que adoptes una postura encorvada. Además, podrías caerte o tener problemas de equilibrio como consecuencia de la enfermedad de Parkinson.
  • Pérdida de los movimientos automáticos: Es posible que se reduzca la capacidad para realizar movimientos inconscientes, como parpadear, sonreír o mover los brazos al caminar.
Esta enfermedad no tiene cura. | Foto: Getty Images
  • Cambios en el habla: Es posible que hables a un volumen muy bajo o muy rápido, insultes o dudes antes de hablar. Además, tu discurso puede volverse más monótono en lugar de seguir los patrones del habla habituales.
  • Cambios en la escritura: Puede que te resulte difícil escribir y tu letra puede parecer pequeña.