Estas semillas que han sido consumidas desde hace miles de años, contienen una gran cantidad de Omega 3 que se destaca sobre el resto de sus nutrientes.

Las semillas de lino además de ser ricas en Omega 3, también cuentan con una gran propiedad de fibra dietética. En estos dos componentes se guarda toda la utilidad de estas semillas.

Semillas de lino - linaza | Foto: Getty Images

El omega 3 es una grasa saludable, fuente de grandes propiedades y en las que la semilla es extremadamente rica. Tan solo se necesitan dos cucharas de semillas de lino molidas para obtener el 135% de la cantidad diaria recomendada. El omega 3 es un cardioprotector, mejora la función cardíaca y reduce la presión arterial; además, fortalece el sistema inmune.

Su cantidad de fibra dietética es otro de los efectos útiles de las semillas, efectos conocidos y estudiados. Esta fibra es capaz de absorber una gran cantidad de líquidos, lo cual favorece el tránsito intestinal. Al entrar en contacto con un líquido producen mucílagos, un gel espeso y viscoso que estimula los movimientos del intestino, lo que proporciona un ligero efecto laxante.

Uno de los otros grandes beneficios de las semillas de lino es la reducción del colesterol malo y de triglicéridos, lo que lo vuelve a favorecer las actividades cardíacas y cerebrales.

En algunas investigaciones y estudios clínicos, también aparecen como favorecedores en enfermedades como la diabetes, la obesidad o ciertos tipos de cánceres, como el de próstata o de mama.

Valor nutricional

Aparte de los grandes beneficios ya mencionados, las semillas de lino posee cantidades significativas de vitaminas B1, B2 Y B6 y minerales como el cobre, fósforo, hierro, calcio, magnesio y manganeso. Cabe destacar que también cuentan con proteínas y antioxidantes.

Las semillas de lino cuenta con grasa pero grasa vegetal saludable, teniendo en cuenta esto, por cada 100 gramos proporcionan unas 534 calorías, y una cucharada rasa (de 10 a 15 gramos) tiene entre 53 a 67 calorías. De fibra dietética posee 27,3 gramos y unos 29 gramos de hidratos de carbono.

En su valor nutricional se destaca que en 100 gramos está toda la cantidad recomendada diaria de fósforo y de vitamina B1 y la mitad del potasio y el zinc necesarios.

La semilla de lino puede mejorar los niveles de colesterol en la sangre. | Foto: A.P.I

Cómo tomar las semillas de lino

Principalmente, lo recomendable es moler la semilla ya que si se consume entera, no se aprovechan en su totalidad las propiedades, ya que está demostrado que ingerirlas directamente masticadas, solo sirven para el tránsito intestinal; el resto de sus beneficios se diluyen.

De hecho, su omega 3 no está completamente biodisponible para el cuerpo en las semillas enteras. Por lo tanto, es preferible molerlas en casa una vez compradas, y utilizarlas lo antes posible para evitar la oxidación.

Adicionalmente, espolvorearlas en un bowl con cereales es una forma fácil de tomarlo. De igual forma, estos nutrientes se pueden aprovechar al agregar las semillas a la pasta, tostadas, mostaza o mayonesa.

Semillas de lino - linaza | Foto: Getty Images

Las masas para hornear de panes y cupcakes son otras formas de añadir semillas de lino a la dieta. Este método de cocción no parece reducir drásticamente las propiedades de este alimento, y en cambio, aporta sabor y textura a estos productos.

Finalmente, la mayoría de estudios clínicos realizados muestran que el consumo de 30 a 50 g de linaza molida al día reduce el colesterol total entre el 6 y el 13 % y el colesterol malo LDL del 9 al 18 %.