Han llegado la temporada de vacaciones en Colombia, época en la cual muchas familias aprovecharán para disfrutar del sol, del mar y de la playa. Por este motivo, el Comité de la Industria Química de la Andi comparte algunas recomendaciones para protegerse de los rayos ultravioleta y de la sal del mar. Dado que la Asociación Colombiana de Dermatología, proyecta que, en Colombia, para el año 2040, los casos diagnosticados de melanoma (cáncer de piel) aumenten significativamente, pasando de 1.810 a 3.100 casos y con una tasa de mortalidad de 490 a más de 905.

El agua de mar, aunque es rica en minerales y nutrientes, puede tener efectos negativos en el organismo si no se toman las precauciones adecuadas. Ya que debido a su alta concentración de sal puede deshidratar la piel y el cabello, causando sequedad y descamación. Además, la exposición prolongada al agua salada en el rostro, irrita los ojos e incluso es posible que cause una infección ocular.

Una de las maneras más efectivas para evitar el cáncer de piel es la aplicación del protector solar, este protege la dermis de los rayos ultravioleta.

Para solucionar esta problemática, la industria química ha desarrollado jabones y champús especialmente formulados para después de la exposición al mar, mediante los cuales se eliminan los residuos de sal y cloro, dejando el cabello y la piel suaves y revitalizados. Para la fabricación de los productos de cuidado de la piel, se emplean diferentes sustancias químicas con propiedades específicas. Como oclusivos, que evitan la pérdida de agua, humectantes, que permiten llevar el agua de la dermis a la epidermis y emolientes que suavizan la piel.

En cuanto a la radiación solar, la química explica cómo se produce el daño en la piel. Dado que los rayos ultravioleta (UV) penetran en las capas más profundas de la piel y dañan las células, desencadenando quemaduras solares y aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades cutáneas a largo plazo, como el cáncer de piel. La interacción entre los rayos UV y los componentes de la piel produce radicales libres, los cuales causan daño celular y oxidación.

Sin embargo, la industria química ha desarrollado una amplia gama de productos para proteger y reparar la piel. Como los bloqueadores solares, que aprovechan las propiedades de elementos como el óxido de zinc y el dióxido de titanio, ya que forman una barrera física que refleja y dispersa los rayos UV, reduciendo así el riesgo de quemaduras solares y el daño celular.

La interacción entre los rayos ultravioleta y los componentes de la piel produce radicales libres, los cuales causan daño celular y oxidación. | Foto: El País

Por otro lado, en caso de que la piel ya se haya quemado, las cremas hidratantes y los productos para después del sol, con ingredientes emolientes y humectantes, ayudan a reponer la hidratación perdida y a calmar la piel irritada. Además, productos como lociones refrescantes y geles a base de aloe vera, con propiedades calmantes y cicatrizantes, ofrecen alivio y una sensación de frescura tras una larga jornada bajo el sol.

Finalmente, el Comité de la Industria Química de la ANDI hace un llamado a los colombianos que vayan a salir a disfrutar de la playa en las vacaciones, para que tomen las precauciones pertinentes para protegerse en contra de los factores perjudiciales para la salud como el sol y el agua de mar. Pues la afectación en la salud en el largo plazo ocasionado por estos factores es considerablemente alta.

En estas vacaciones actualice su esquema de vacunas y evite el contagio de la fiebre amarilla

Cada año se reportan 200.000 casos de fiebre amarilla y 30.000 muertes a causa de esta enfermedad en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. | Foto: El País

Llegó la temporada de vacaciones de mitad de año, época en la que muchas personas no solo deberían planear cómo desconectarse para vivir aventuras de descanso, sino también cómo hacerlo de forma segura para estar protegidos frente a amenazas latentes como la fiebre amarilla, una patología que cada año registra 200.000 casos en el mundo y es responsable de la muerte de 30.000 personas.

La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda endémica de zonas tropicales muy concurridas en temporadas de descanso y se trasmite con la picadura de un mosquito contaminado. Algunos de sus síntomas principales son fiebre, dolor muscular y de cabeza, escalofríos, pérdida del apetito y náuseas o vómitos, así como ictericia o coloración amarillenta de la piel y las mucosas. De ahí la importancia de conocer la enfermedad y vacunarse como medida de prevención para estar protegido contra esta enfermedad infecciosa potencialmente mortal.

“En la mayoría de los casos, estos síntomas desaparecen después de cuatro días. Sin embargo, la Organización Panamericana de Salud (OPS) informa que al menos el 15% de los pacientes pueden experimentar una segunda fase de síntomas con fiebres muy altas que causan afectación a varios sistemas del cuerpo, lo que da como resultado el fallecimiento de al menos la mitad de los pacientes que experimentan esa segunda etapa”, indica Angelica García, Franchise Medical Lead en Sanofi.

De acuerdo con la OPS, no existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla, pero la investigación científica ha demostrado que la vacunación es un método que previene el contagio en el 99% de los casos, y una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad sostenida y proteger de por vida contra la enfermedad.