En la vida moderna, el estrés y la presión pueden afectar profundamente la salud mental. Dos condiciones que a menudo se confunden entre sí son los ataques de pánico y los ataques de ansiedad. Aunque comparten similitudes en algunos aspectos, son experiencias distintas que requieren enfoques de tratamiento diferentes. En este artículo, explore detalladamente las diferencias entre estas dos condiciones para ayudar a comprenderlas mejor y cómo manejarlas.

Expertos señalan que hay momentos en los que la ansiedad puede requerir atención profesional para evitar complicaciones a largo plazo. | Foto: Getty Images

¿Qué es un ataque de pánico?

Un ataque de pánico es un episodio repentino de miedo intenso o malestar que alcanza su punto máximo en cuestión de minutos. Durante un ataque de pánico, pueden experimentarse síntomas físicos intensos como palpitaciones cardíacas, sudoración, dificultad para respirar, temblores y sensación de asfixia. Las personas que experimentan un ataque de pánico a menudo sienten una sensación abrumadora de pérdida de control o de que algo terrible está por suceder, incluso cuando no hay una amenaza real presente.

¿Qué es un ataque de ansiedad?

Por otro lado, un ataque de ansiedad es una respuesta de ansiedad aguda a un estímulo estresante o preocupante. A diferencia de un ataque de pánico, los síntomas de un ataque de ansiedad tienden a desarrollarse gradualmente y pueden persistir durante un período prolongado. Las personas que experimentan un ataque de ansiedad pueden sentirse nerviosas, inquietas o tensas, y pueden experimentar síntomas físicos como dolor de cabeza, dolor muscular, fatiga y problemas gastrointestinales.

Diferencias clave

- Inicio y duración:

Los ataques de pánico tienen un inicio repentino y alcanzan su punto máximo en minutos, mientras que los ataques de ansiedad tienden a desarrollarse gradualmente y pueden durar más tiempo.

- Síntomas físicos:

Los ataques de pánico están marcados por síntomas físicos intensos como palpitaciones cardíacas y dificultad para respirar, mientras que los ataques de ansiedad pueden incluir síntomas como dolor de cabeza y fatiga, pero suelen ser menos intensos.

Aunque los ataques de pánico y los ataques de ansiedad comparten algunas similitudes, son experiencias distintas con diferencias en cuanto a su inicio, duración, síntomas y causas subyacentes. | Foto: @russellmonk

- Causas subyacentes:

Los ataques de pánico a menudo ocurren sin una causa desencadenante obvia, mientras que los ataques de ansiedad suelen estar relacionados con situaciones estresantes o preocupaciones específicas.

- Sensación de peligro:

Durante un ataque de pánico, la persona puede sentir una sensación abrumadora de peligro inminente, incluso cuando no hay una amenaza real presente. En un ataque de ansiedad, la persona puede estar preocupada por eventos futuros o situaciones estresantes, pero la sensación de peligro suele ser menos intensa.

Tratamiento y manejo

El tratamiento para los ataques de pánico y los ataques de ansiedad varía según la gravedad de los síntomas y las necesidades individuales del paciente. En general, las opciones de tratamiento pueden incluir terapia cognitivo-conductual, medicamentos ansiolíticos, técnicas de relajación y cambios en el estilo de vida para reducir el estrés.

Es importante buscar ayuda profesional si experimenta síntomas de ataques de pánico o ansiedad con regularidad. Un médico o terapeuta puede ayudarle a desarrollar un plan de tratamiento personalizado para manejar tus síntomas y mejorar la calidad de vida.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.