Las bolsas en los ojos son una condición común en la que se forman hinchazón y protuberancias debajo de los ojos. Pueden ser causadas por diversos factores, como la retención de líquidos, la falta de sueño, el envejecimiento, la genética, las alergias o el estrés, según reveló Mayo Clinic.
Entre las causas más frecuentes de esta afección, que causa molestia a muchas personas, están la acumulación de líquidos en los tejidos alrededor de los ojos, lo que puede causar hinchazón y la formación de bolsas. Esto puede estar relacionado con la ingesta excesiva de sal, la deshidratación, los cambios hormonales o problemas de circulación.
También son signos relacionados con el envejecimiento, la piel y los músculos alrededor de los ojos pueden debilitarse y perder elasticidad. Esto puede hacer que los tejidos se acumulen y formen bolsas.
Además, algunas personas pueden ser más propensas a desarrollar bolsas en los ojos debido a factores genéticos. En caso de tener antecedentes familiares de bolsas en los ojos, es posible que tenga mayor probabilidad de desarrollarlas también.
Por otro lado, la falta de sueño y la fatiga pueden hacer que los vasos sanguíneos se dilaten y provoquen hinchazón alrededor de los ojos. Además, las alergias pueden causar inflamación en todo el cuerpo, incluyendo los tejidos en esta zona de los ojos.
Es importante tener en cuenta que las bolsas en los ojos pueden ser un problema temporal o crónico, y puede haber otras causas individuales o combinadas que contribuyan a su aparición.
¿Qué alimentos le ayudan a reducir las bolsas de los ojos?
Existen algunos alimentos que pueden ayudar a reducir las bolsas en los ojos debido a sus propiedades antiinflamatorias y diuréticas. A continuación, algunos alimentos que se pueden incluir en la dieta diaria para ayudar a reducir las bolsas en los ojos:
- Pepino: Es conocido por su efecto refrescante y calmante en la piel. Se puede colocar rodajas de pepino frías sobre los ojos para reducir la hinchazón y las bolsas. Además, consumir pepino en ensaladas o jugos puede ayudar a hidratar el cuerpo y reducir la retención de líquidos.
- Piña: Contiene una enzima llamada bromelina, que tiene propiedades antiinflamatorias. Consumir piña fresca o jugo de piña puede ayudar a reducir la inflamación alrededor de los ojos.
- Té verde: El té verde es rico en antioxidantes y compuestos antiinflamatorios. Beber té verde puede ayudar a reducir la hinchazón y la inflamación en general, incluyendo las bolsas en los ojos.
- Jengibre: Es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y diuréticas. Se puede agregar jengibre fresco a las comidas, infusiones o jugos para ayudar a reducir la retención de líquidos y la inflamación.
- Sandía: La sandía tiene un alto contenido de agua y es rica en antioxidantes. Consumir sandía puede ayudar a hidratar el cuerpo y reducir la hinchazón.
- Espárragos: Los espárragos tienen propiedades diuréticas naturales, lo que significa que pueden ayudar a eliminar el exceso de líquidos del cuerpo. Esto puede ser beneficioso para reducir la retención de líquidos y las bolsas en los ojos.
Cabe recordar que estos alimentos pueden ser útiles como parte de una dieta equilibrada y saludable, pero no son una solución única para las bolsas en los ojos. Si las bolsas en los ojos persisten o son muy prominentes, es recomendable consultar a un dermatólogo o médico para obtener un diagnóstico adecuado y recibir recomendaciones específicas de tratamiento.
¿Cuándo consultar al médico?
Se recomienda consultar a un médico si las bolsas en los ojos son persistentes, empeoran con el tiempo o están acompañadas de otros síntomas preocupantes. A continuación, algunas situaciones en las que es aconsejable buscar atención médica:
- Cambios repentinos o drásticos en la apariencia de las bolsas en los ojos.
- Dolor o sensibilidad en la zona de las bolsas.
- Enrojecimiento o picazón en los ojos.
- Visión borrosa o cambios en la visión.
- Secreción o supuración de los ojos.
- Fiebre o síntomas de infección.
- Historia de enfermedades o condiciones médicas subyacentes, como problemas de tiroides, enfermedades renales o trastornos autoinmunes.
Estos síntomas podrían indicar una condición subyacente más seria que requiere atención médica. Un médico o dermatólogo podrá realizar una evaluación adecuada, realizar los exámenes necesarios y proporcionar un diagnóstico y tratamiento adecuados.