El naproxeno y el ibuprofeno son medicamentos utilizados para calmar migrañas y dolores de cabeza. Aunque ambos son derivados del ácido propiónico, un ácido con propiedades antiinflamatorias y analgésicas, hay varias diferencias entre estos fármacos.
El portal especializado Medline Plus explica que tanto el naproxeno como el ibuprofeno de venta libre se usan para reducir la fiebre y aliviar los dolores leves por cefaleas, dolores musculares, periodos menstruales, así como el malestar por resfriado común, dolor de muelas y dolor de espalda.
Mientras tanto, si alguno de estos fármacos es recetado normalmente se utiliza para aliviar el dolor, la sensibilidad, la hinchazón y la rigidez causados por la osteoartritis, artritis reumatoide, artritis juvenil y espondilitis anquilosante (artritis que afecta principalmente la columna vertebral).
Una creencia popular sobre el uso de estos medicamentos sugiere que el ibuprofeno es mejor para dolores moderados y el naproxeno para dolores persistentes. Sin embargo, expertos coinciden en que hay evidencia de que el naproxeno es más eficaz para combatir el dolor menstrual.
Además, los especialistas advierten que estos medicamentos están sujetos a prescripción médica. Por ende, el mejor fármaco para cierto tratamiento depende de las características del paciente y sus síntomas. Según el portal Cuídate Plus, otra de las distinciones que debe considerarse es que el ibuprofeno presenta una vida media corta (inferior a 6 horas) a diferencia de naproxeno, que tiene una vida media larga (mayor a 6 horas).
También es clave mencionar que estos medicamentos pueden ocasionar efectos secundarios como estreñimiento, gases, mareos y zumbido en los oídos. En el caso del ibuprofeno también puede aparecer nerviosismo.
En contraste, el consumo del naproxeno, reseña Medline, puede provocar sed excesiva, dolor de cabeza, aturdimiento, somnolencia, dificultad para conciliar el sueño o mantenerse dormido, ardor o adormecimiento de los brazos o las piernas y problemas de audición. En cualquier caso, es esencial consultar con un médico, especialmente si los síntomas son graves o no desaparecen.