La hipertensión arterial, comúnmente conocida como presión arterial alta, es una afección médica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por una presión arterial persistentemente elevada en las arterias, lo que puede tener serias repercusiones para la salud.

La hipertensión puede tener múltiples causas. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, algunos factores de riesgo comunes incluyen antecedentes familiares de hipertensión, edad avanzada, obesidad, falta de actividad física, consumo excesivo de sal y alcohol, estrés crónico y tabaquismo.

Efectos de la hipertensión

La presión arterial alta puede tener graves consecuencias para la salud. A largo plazo, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardíaca y enfermedad renal crónica. También puede dañar los vasos sanguíneos, los ojos y otros órganos importantes.

Una dieta saludable es fundamental para el control de la hipertensión. El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de Estados Unidos (NHLBI, por sus siglas en inglés) destaca la importancia de seguir una dieta baja en sodio y rica en nutrientes para ayudar a bajar la presión arterial.

A largo plazo, la hipertensión puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como enfermedad coronaria. (Imagen de refrencia). | Foto: twinsterphoto

Alimentos para la hipertensión

La CDC recomienda cinco alimentos que pueden ayudar a controlar la hipertensión:

1. Frutas y verduras: Estos alimentos son ricos en potasio, un mineral que puede contrarrestar los efectos del sodio y ayudar a bajar la presión arterial. Ejemplos de frutas y verduras recomendadas son plátanos, naranjas, espinacas y zanahorias.

2. Granos enteros: Los granos enteros, como la avena, la quinua y el arroz integral, son ricos en fibra y nutrientes esenciales que pueden ayudar a regular la presión arterial.

3. Pescado rico en ácidos grasos omega-3: El salmón, la caballa y las sardinas son ejemplos de pescados ricos en ácidos grasos omega-3, los cuales se ha demostrado que tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir la presión arterial.

4. Lácteos bajos en grasa: Los productos lácteos bajos en grasa, como el yogur y la leche descremada, son fuentes de calcio y vitamina D, que se ha sugerido que pueden tener un efecto beneficioso sobre la presión arterial.

5. Legumbres: Las legumbres, como los frijoles, las lentejas y los guisantes, son una excelente fuente de proteínas y fibra, y se ha demostrado que su consumo regular puede ayudar a reducir la presión arterial.

Estos alimentos, junto con una reducción en la ingesta de sodio y una alimentación equilibrada en general, pueden ser parte de una estrategia nutricional efectiva para el control de la hipertensión.

Es importante tener en cuenta que cada persona es única y puede tener necesidades dietéticas individuales. Por lo tanto, se recomienda consultar a un profesional de la salud o a un dietista para obtener recomendaciones específicas basadas en las circunstancias y necesidades personales.

Cuando una persona presenta hipertensión, expertos recomiendan evitar alimentos altos en grasas, sodio y comer en exceso. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

¿Qué hacer cuando se tiene la tensión alta?

Si tiene la presión arterial alta es importante tomar medidas para controlarla y reducir el riesgo de complicaciones relacionadas con la salud.

La presión arterial se comprueba con un brazalete que se pone alrededor del brazo, es importante que cuando se tome la tensión el brazalete esté bien ajustado y de esta manera hacer la lectura de manera correcta. Además, cuando se toma la tensión por primera vez por lo general se debe tomar en ambos brazos por si hay alguna diferencia.

Según reveló el diario Mayo Clinic, la presión se mide en milímetros de mercurio (mm Hg). La lectura de la presión tiene dos valores:

  • Valor superior (presión sistólica). El primer valor (o superior) mide la presión en las arterias cuando el corazón late.
  • Valor inferior (presión diastólica). El segundo valor (o inferior) mide la presión en las arterias entre los latidos.

Cuando se registra una presión alta en una persona, la medición que se le tomó es de 130/80 mm Hg o más. Además, cuando se diagnostica hipertensión es porque se realizaron más de dos mediciones, según el mismo medio clínico. La presión arterial de una persona normal es menos de 80 mm Hg y cuando se registra un medición superior a esto ya es considerado como hipertensión o más conocida como presión alta.

La presión arterial de una persona normal es menos de 80 mm Hg y cuando se registra un medición superior a esto ya es considerado como hipertensión. (Imagen de referencia)