En los últimos días, diferentes ciudades del país encendieron las alarmas por el aumento del consumo del fentanilo en las calles, lo cual genera que las personas que lo consumen se vean deambulando, perdidos y como si fueran unos auténticos zombis.
Es importante señalar que el fentanilo es conocido como un opioide sintético, el cual según el National Institute on Drog Abuse ha sido asociada por la mayor cantidad de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
El fentanilo es entre 50 y 100 veces más potente que la morfina, además, está clasificado como opioides que en este caso se crean en laboratorios, donde los científicos utilizan la misma estructura química para fabricar opioides sintéticos o semisintéticos. La forma más común de su consumo es inyectado y también está en parches o píldoras.
Es importante resaltar que la crisis de opioides se sitúa como uno de los principales desafíos de salud pública en los Estados Unidos. Recientemente, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) ha otorgado la autorización para la venta sin prescripción de Narcan (naloxona), un antídoto crucial para prevenir sobredosis causadas por fentanilo.
Entre los principales síntomas que tienen las personas que consumen esta droga son náuseas, confusión, aletargamiento, sedación, pérdida de conocimiento y problemas respiratorios.
“Al igual que la heroína, la morfina y otras drogas opioides, el fentanilo actúa uniéndose a los receptores opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones. Después de consumir opioides muchas veces, el cerebro se adapta a la droga y su sensibilidad disminuye, lo que hace que resulte difícil sentir placer con otra cosa que no sea la droga”, citan desde el National Institute on Drog Abuse.
Por otro lado, los expertos médicos resaltan que cuando una persona sufre una sobredosis por el consumo de esta droga, por lo general se pueden presentar efectos más graves en la salud como el coma, problemas respiratorios, pupilas puntiformes y una intoxicación por opioides, hasta llevar a la muerte.
“Cuando se produce una sobredosis de fentanilo, la respiración se puede hacer muy lenta o detenerse por completo. Esto puede reducir la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, lo que se conoce como hipoxia. La hipoxia puede llevar a un estado de coma y causar daños permanentes en el cerebro”, explica el portal médico.
A esto se le suma que hay una serie de señales que se deben tener en cuenta cuando una persona consume fentanilo, ya que también se reportan cambios en los hábitos de sueño, cambios excesivos de humor, de entusiasmo a agresividad y tendencia a manifestar conductas arriesgadas o de búsqueda de emociones.
Este opioide sintético a menudo se encuentra combinado con otras drogas como heroína, cocaína, metanfetamina y MDMA, lo que aumenta significativamente el riesgo asociado al consumo de cualquiera de estas sustancias.
Las tasas de sobredosis relacionadas con este opioide han aumentado considerablemente en los últimos años. Las respuestas de emergencia, como la disponibilidad de la naloxona (Narcan) como antídoto, se han convertido en una parte crucial de los esfuerzos de salud pública para combatir los efectos devastadores del fentanilo.
Los efectos de la abstinencia de ciertas drogas pueden manifestarse de diversas maneras, incluyendo dolores en músculos y huesos, problemas para dormir, episodios de diarrea y vómitos, escalofríos con “piel de gallina”, movimientos incontrolables de las piernas y deseos intensos de consumir la droga, lo que resalta la complejidad de enfrentar la adicción y la necesidad de un apoyo adecuado en el proceso de recuperación.
Si bien la droga tiene presencia en Colombia, en ciudades como Nueva York se han disparado el número de sobredosis mortales en los últimos años, de 942 en 2015 a 2668 en 2021.