Según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) la vitamina D es un nutriente necesario para la salud, ya que tiene varias funciones, como, por ejemplo:
- Ayuda al cuerpo a absorber el calcio, una de las principales sustancias necesarias para tener huesos fuertes y cunto con el calcio, la vitamina D contribuye a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que hace que los huesos se vuelvan más delgados y débiles y sean más propensos a fracturas.
- Los músculos necesitan vitamina D para el movimiento y los nervios para transmitir mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo.
- La vitamina D es indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan.
No obstante, los NIH indicaron que son muy muy pocos los alimentos que contienen esta vitamina en forma natural, pero se puede obtener de leche fortificada, cereales fortificados y pescados graso, como salmón, sardinas y caballa.
Adicional, según Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el cuerpo forma la vitamina D naturalmente después de la exposición al sol. Sin embargo, demasiado sol puede llevar al envejecimiento y el cáncer de la piel.
Asimismo, es importante señalar que la vitamina D se encuentra en suplementos de multivitaminas y multiminerales y se puede conseguir en forma de suplementos dietéticos que contienen solo vitamina D o vitamina D combinada con algunos otros nutrientes.
“Las dos formas de vitamina D disponibles en suplementos son D2 (ergocalciferol) y D3 (colecalciferol). Ambas aumentan la concentración de vitamina D en la sangre, aunque la D3 podría elevarla más y por más tiempo que la D2. Como la vitamina D es liposoluble, se absorbe mejor cuando se toma con una comida o una merienda que contenga algo de grasa”, explicaron los NIH.
Dicho lo anterior, el nutricionista clínico de NOW Foods, Neil Levin, le dijo al diario The Washington Post que el mejor momento para consumir vitamina D es en la mañana, ya que esta vitamina es liposolubles y es mejor absorbida por el cuerpo con la primera comida del día.
Entre tanto, respecto a las cantidades, los NIH señalaron que estas dependen de la edad, el sexo, la actividad física, entre otras, pero en general, los promedios diarios son:
- Bebés hasta los 12 meses: 10 mcg (400 UI)
- Niños de 1 a 13 años: 15 mcg (600 UI)
- Adolescentes de 14 a 18 años: 15 mcg (600 UI)
- Adultos de 19 a 70 años: 15 mcg (600 UI)
- Adultos mayores de 71 años: 20 mcg (800 UI)
- Mujeres y adolescentes embarazadas o en período de lactancia: 15 mcg (600 UI)
No obstante, la biblioteca señaló que las personas que pueden necesitar más vitamina D incluyen:
- Personas mayores, porque con el pasar de los años, se disminuye la capacidad de la piel para producir vitamina D al exponerse a la luz solar.
- Personas que rara vez exponen la piel al sol porque no salen al aire libre o porque mantienen el cuerpo y la cabeza cubiertos.
- Bebés amamantado.
- Personas de piel oscura, ya que menos vitamina D producirán al exponerse a la luz solar.
- Personas con ciertas afecciones como enfermedades del hígado, fibrosis quística y enfermedad de Crohn.
- Personas que tienen obesidad o las que han tenido una cirugía de derivación gástrica.
Finalmente, hay que señalar que de acuerdo con los Institutos de Estados Unidos, en los niños, la deficiencia de vitamina D causa raquitismo, una enfermedad en la que los huesos se ablandan, debilitan, deforman y causan dolor, y en adolescentes y adultos, la deficiencia de vitamina D causa osteomalacia, un trastorno que causa dolores en los huesos y debilidad muscular.
De todos modos, la información antes dada no sustituye la asesoría médica y es de vital importancia consultar a un experto de la salud para que sea este quien explique el tema mencionado.