El cuerpo está en actividad constante todo el tiempo, sin descansar. Aún cuando se duerme, los órganos y sistemas siguen trabajando, así como las células que continúan realizando sus funciones, especialmente la de transportar los nutrientes necesarios en cada parte.

En medio de todos esos procesos y por todo ese gasto, el organismo requiere de una gran cantidad de energía para funcionar. Sin embargo, a veces no se tiene el nivel necesario. Por el contrario, a veces hay exceso de la unidad que la producen, que son las calorías.

El índice calórico hace referencia a la medida del contenido energético que tienen cada uno de los alimentos que se consumen. Además, consiste en el número de calorías que un peso determinado de comida puede desarrollar en los tejidos, así como en en el trabajo físico equivalente a ellas.

Depende de la intensidad, el ejercicio puede llegar a quemar cientos de calorías en poco tiempo. | Foto: Getty Images

Es decir, la relación entre la alimentación y las calorías es intrínseca. No obstante, cuando un cuerpo tiene exceso de calorías estas se convierten en grasa corporal, ocasionando aumento de peso, obesidad, enfermedades del corazón y deterioro en las células, pues si la circulación falla, estas no trabajan de la manera en que deberían. Tal afectación se puede convertir en cáncer.

Así las cosas, cada persona tiene una cantidad exacta de calorías para tener en el cuerpo, la cual depende de factores como el peso, la edad o el género.

De acuerdo con una investigación realizada por Times Now, las mujeres de los 19 a los 30 años (consideradas como adultas jóvenes), y que lleven una vida sedentaria, deben consumir entre 1800 y 2000 calorías. Si hicieran deporte o ejercicio frecuente, la cantidad aumentaría a 2.200.

De la misma manera, para los hombres dentro del mismo rango de edad, el consumo debe establecerse entre las 2400 y las 2600 calorías, aumentado hasta las 2800 si se realiza un gasto energético importante con regularidad.

A pesar que la edad de las mujeres aumenta, el número aconsejado de calorías se mantiene. Para las mujeres sedentarias de entre 31 hasta 50 años, la ingesta sugerida es de 1800 a 2000 calorías.

Lo mismo no ocurre con los hombres, pues entre ese margen etario la necesidad está entre las 2200 y las 2400 calorías, considerando que no hacen ejercicio. De lo contrario, no deben excederse de las 2600.

Esto ocurre porque el metabolismo tardará más en procesarlas, así que debe reducirse un poco su consumo.

Finalmente, las mujeres de más de 50 años no deben tener en el cuerpo más de 1600 calorías diarias. La cantidad puede excederse en 200, si todavía hacen ejercicio constante. Para los hombres en esa edad, la ingesta debería ir entre 2000 a 2200, siendo 2400 la cuantía suficiente si tienen hábitos atléticos.

La cantidad de calorías necesarias en el cuerpo dependerá de la edad, el género y de si se hace o no ejercicio físico con frecuencia. | Foto: Getty Images

Tomar café justo antes de hacer ejercicio; estos son los efectos que tiene en el organismo

Algunos amantes del ejercicio recurren al café como una forma de obtener un impulso de energía antes de su entrenamiento. Sin embargo, es importante comprender cómo la cafeína afecta el cuerpo antes de hacer ejercicio y si sus efectos son beneficiosos o pueden ser una distracción.

Estos son los efectos que tiene el cuerpo al tomar café justo antes de hacer ejercicio, basados en información verídica de expertos en salud.

El café contiene cafeína, un estimulante del sistema nervioso central que puede aumentar la alerta y la energía. Esta actúa bloqueando los receptores de adenosina en el cerebro, lo que resulta en una mayor actividad neuronal y una sensación de vigilia. Tomar café antes de hacer ejercicio puede proporcionar un impulso de energía y mejorar el enfoque mental, lo que puede ser beneficioso para el rendimiento deportivo.

Varios estudios han demostrado que la cafeína puede mejorar el rendimiento físico en actividades de resistencia y deportes de alta intensidad. La cafeína puede aumentar la oxidación de grasas, lo que permite un uso más eficiente de los ácidos grasos como fuente de energía durante el ejercicio. Además, la cafeína puede reducir la percepción del esfuerzo y retrasar la fatiga, lo que puede permitir un rendimiento mejor y más prolongado durante el entrenamiento.

El café puede aportar a aquellos que hacen ejercicios con frecuencia y buscan quemar calorías. | Foto: Pixabay

Finalmente, el consumo de café antes del ejercicio también se ha asociado con un aumento en la quema de grasas. La cafeína estimula el sistema nervioso simpático, lo que a su vez aumenta la liberación de ácidos grasos de los tejidos adiposos. Esto puede resultar en una mayor disponibilidad de grasas como fuente de energía durante el ejercicio, lo que puede ser beneficioso para aquellos que buscan perder peso o mejorar su composición corporal.