La higiene bucal es clave para evitar que el sarro y las caries se apoderen de los dientes. Estas condiciones dentales pueden ocasionar molestias y deterioro en la salud oral si no se tratan correctamente.
Sarro: el inicio del problema
El sarro, también conocido como cálculo dental, es una acumulación endurecida de placa bacteriana en los dientes. Según la Asociación Dental Americana (ADA), la placa bacteriana es una capa pegajosa de bacterias que se forma constantemente en los dientes. Si no se elimina mediante el cepillado y el uso de hilo dental regularmente, esta placa puede mineralizarse y convertirse en sarro.
El sarro puede dañar los dientes y las encías de varias maneras. Provoca irritación en las encías, lo que puede llevar a la gingivitis y, si no se trata, a la periodontitis, una enfermedad de las encías más grave. Además, el sarro puede contribuir a la formación de caries dentales.
¿Cuánto tiempo tarda el sarro en convertirse en caries?
La velocidad a la que el sarro puede convertirse en caries varía de persona a persona. Según el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial (NIDCR), el sarro no causa directamente caries, pero puede crear un entorno propicio para su desarrollo. Cuando se permite que el sarro permanezca en los dientes, las bacterias en él liberan ácidos que pueden erosionar el esmalte dental, la capa protectora de los dientes. Esto puede debilitar los dientes y aumentar el riesgo de caries.
En conclusión, no hay un período de tiempo fijo en el que el sarro se convierta en caries, pero cuanto más tiempo permanezca el sarro en los dientes, mayor será el riesgo de daño dental y caries.
Caries dentales: un proceso gradual
Las caries dentales o cavidades, son el resultado de la degradación del esmalte dental debido a la acción de los ácidos producidos por las bacterias en la placa. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el proceso de desarrollo de una caries generalmente toma tiempo y puede variar en velocidad según varios factores, como la higiene bucal, la dieta y la predisposición genética.
Prevención y cuidado dental
La prevención es clave para evitar tanto el sarro como las caries. La ADA recomienda cepillarse los dientes al menos dos veces al día con una pasta dental con flúor, usar hilo dental diariamente y programar visitas regulares al dentista para exámenes y limpiezas.
Además, una dieta equilibrada y limitar la ingesta de azúcares y alimentos altos en carbohidratos puede ayudar a prevenir la formación de caries.
Consejos de salud bucal para prevenir las caries y el sarro
Cepillado regular y correcto
El cepillado dental es fundamental para prevenir las caries y el sarro. La *Asociación Dental Americana (ADA) recomienda cepillarse los dientes al menos dos veces al día con un cepillo de dientes de cerdas suaves y pasta dental con flúor. Es importante asegurarse de cepillar todas las superficies de los dientes y la lengua para eliminar los restos de comida y la placa bacteriana.
Hilo dental diariamente
El uso del hilo dental es esencial para limpiar entre los dientes y debajo de la línea de las encías, donde el cepillo no puede llegar fácilmente. La Academia Estadounidense de Odontología Pediátrica (AAPD) enfatiza la importancia de usar hilo dental a diario, preferiblemente antes de acostarse, para eliminar los residuos de alimentos y la placa que pueden convertirse en caries y sarro.
Evitar el consumo excesivo de azúcares
Reducir el consumo de azúcares es esencial para prevenir las caries. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomienda limitar la ingesta de azúcares añadidos, como los que se encuentran en bebidas azucaradas y alimentos procesados. El azúcar alimenta a las bacterias en la boca que producen ácidos que dañan el esmalte dental.