El ejercicio es una parte fundamental de cualquier plan de tratamiento para la diabetes. Para reducir las probabilidades de tener problemas de salud, revisa el nivel de glucosa sanguínea antes, durante y después de hacer ejercicio.
Así mismo, realizar diferentes tipos de ejercicio, puede ayudar para tener un mejor control de la diabetes; además, también aporta en los siguientes aspectos:
- Mejorar los niveles de azúcar en la sangre.
- Mejorar el estado físico general.
- Controlar el peso
- Reducir el riesgo de enfermedad cardíaca o accidente cerebrovascular
- Mejora su bienestar
Para hacer ejercicio de manera segura, algunas personas con diabetes necesitan registrar su nivel de glucosa sanguínea antes, durante y después de la actividad física.
Esto muestra cómo responde el cuerpo al ejercicio; además, puede evitar los cambios en el nivel de glucosa sanguínea, que son peligrosos.
Antes de empezar un nuevo programa de entrenamiento, habla con el profesional de atención médica. Pregúntale si le parece bien hacer el tipo de ejercicio que quieres probar, especialmente si tienes diabetes tipo 1.
El ejercicio puede causar un nivel demasiado bajo de glucosa en la sangre en las personas que se administran insulina, esto se conoce como hipoglucemia.
El riesgo también se aplica a las personas con diabetes tipo 2 que se administran insulina o toman otros medicamentos relacionados con la disminución de la glucosa en la sangre. El profesional de atención médica puede enseñarte a equilibrar los medicamentos con ejercicio y dieta.
Si estás planeando un entrenamiento largo, revisa el nivel de glucosa sanguínea cada 30 minutos. Esto es fundamental si estás probando una nueva actividad o aumentando la intensidad o la duración del entrenamiento.
Si revisas el nivel de glucosa sanguínea cada media hora, puedes saber si está estable, subiendo o bajando. De esa manera, es posible saber si es seguro seguir haciendo ejercicio.