El lavado de los dientes es una de las prácticas diarias más comunes que realizan las personas, no solo por higiene, sino por mantener un salud dental adecuada y evitar problemas bucales a largo plazo.
Desde siempre, los expertos han recomendado lavar los dientes y usar hilo dental, al menos, tres veces al día, después de cada comida, ya que los restos de alimentos con el tiempo pueden causar daños y enfermedades.
Sin embargo, aún existen personas que no se cepillan los dientes regularmente ni de forma adecuada, por lo que es importante hacerlo para evitar infecciones.
Según la Asociación Dental Americana, se determinó que un 30% de los estadounidenses no se cepillan ni las veces recomendadas ni el tiempo necesario, y un 23 % pasa dos o más días sin lavarse ni una sola vez.
Los expertos señalan que pueden haber momentos en lo que se olvide lavar los dientes, pero no puede existir una razón válida por la que algunas personas abandonen el lavado diario.
¿Cuánto tiempo se puede estar sin lavarse los dientes?
El tiempo que se puede estar sin lavarse los dientes puede variar dependiendo de varios factores, como la salud bucal de la persona y sus hábitos de higiene. Sin embargo, en general, se recomienda cepillarse los dientes al menos dos veces al día, durante dos minutos cada vez.
Si se dejan de cepillar los dientes durante un período prolongado, pueden ocurrir diversas complicaciones en la salud bucal: la placa bacteriana puede acumularse en los dientes y las encías, lo que puede llevar a la formación de caries, enfermedad de las encías e incluso la pérdida de dientes. Además, las bacterias presentes en la boca pueden causar mal aliento.
A continuación, lo que le puede ocurrir a los dientes si se dejan de lavar un día, una semana, un mes y hasta un año:
Un día sin lavar los dientes
Si pasan 24 horas sin lavar los dientes pueden ocurrir varias cosas, entre ellas, se acumula una fina capa de placa bacteriana, una película pegajosa y transparente compuesta por bacterias y restos de alimentos. Además, se pueden irritar las encías y provocar inflamación.
También se puede generar mal aliento desagradable, conocido como halitosis y puede aumentar la sensibilidad de los dientes, lo que puede hacer que comer o beber alimentos calientes, fríos o dulces sea incómodo.
Una semana sin lavar los dientes
Si pasa una semana sin lavarse los dientes las consecuencias en la salud bucal pueden agravarse, la placa bacteriana se acumulará y se endurecerá, formando sarro. También este sarro grueso puede dañar el esmalte dental de manera más agresiva.
Además, la presencia de bacterias y restos de alimentos descompuestos en la boca puede generar un mal aliento muy desagradable y persistente, lo que podría desarrollar gingivitis, una infección bucal que se caracteriza por la inflamación e irritación de las encías.
Una mes sin lavar los dientes
Cuando transcurre un mes sin lavar los dientes, la salud bucal puede agravarse, las bacterias que habitan en la boca comienzan un procesos de descomposición, lo que provoca inflamación y enrojecimiento de las encías.
La placa y el sarro acumulados en los dientes pueden causar un daño más extenso en el esmalte dental, lo que aumenta el riesgo de desarrollar caries profundas y extensas. Las encías se inflamarán aún más, se volverán rojas y sangrarán con facilidad.
Si los dientes no se lavan durante un largo tiempo, aumenta el riesgo de desarrollar abscesos dentales, que son acumulaciones de pus e infección alrededor de los dientes o en las encías.
Una año sin lavar los dientes
Quienes no se lavan los dientes durante un año o más se enfrentan a problemas dentales realmente graves como: una capa espesa de placa bacteriana y sarro, caries profundas y extensa, se podría desarrollar una enfermedad periodontal avanzada y hasta se podrían perder los dientes.
Los daños dentales pueden variar según la genética de cada personas, así como la edad, ya que el organismo tiende a protegerse en edades más jóvenes, según afirmó el portal Mejor con Salud.
De esta manera, es importante destacar que estas consecuencias son altamente perjudiciales para la salud bucal y general. La higiene dental regular, incluyendo el cepillado, el uso del hilo dental y las visitas al dentista, son esenciales para mantener una boca sana y prevenir enfermedades dentales y problemas sistémicos relacionados.