La enfermedad por hígado graso es una afección en la que se acumula grasa en el hígado, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
No obstante, la biblioteca indicó que no se conoce la causa del hígado graso, pero los investigadores sí saben que es más común en personas que:
- Tienen diabetes tipo 2 y prediabetes.
- Son de mediana edad o mayores (aunque los niños también pueden sufrirla).
- Son hispanos, seguidos por blancos no hispanos. Es menos común en afroamericanos.
- Tienen altos niveles de lípidos (grasas) en la sangre, como colesterol y triglicéridos.
- Toman ciertos medicamentos, como los corticoides y algunas medicinas contra el cáncer.
- Tienen ciertos trastornos metabólicos, incluyendo síndrome metabólico.
- Pierden peso muy rápido.
- Tienen ciertas infecciones como la hepatitis C.
- Han estado expuestos a algunas toxinas.
Respecto a los síntomas, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, puntualizó que generalmente no causa signos ni síntomas, pero cuando lo hace, pueden incluir:
- Fatiga.
- Dolor o molestia en la parte superior derecha del abdomen.
Ahora bien, como casi nunca hay síntomas es difícil detectar la enfermedad, pero si tras exámenes y pruebas, se detecta hígado graso, es importante tener cambios en los hábitos para reducir la grasa, la inflamación y la fibrosis en el hígado.
Por ello, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar, Tua Saúde, reveló cuatro bebidas para revitalizar el hígado graso:
1. Té verde: “Algunos estudios demuestran que el té verde, conocido científicamente como Camellia sinensis, posee compuestos fenólicos en su composición, como la epigalocatequina, que tiene propiedades antioxidantes, ayudando a disminuir el colesterol malo y los triglicéridos, que pueden acumularse en el hígado y empeorar el grado de hígado graso”, y solo hay que hervir una taza de agua y agregar una cucharadita de hojas de té verde o una bolsita de té verde que debe consumirse de tres a cuatro veces por día.
2. Jugo de melón y menta: “La menta es una planta medicinal muy utilizada para tratar problemas digestivos, ya que posee sustancias amargas que ayudan a revitalizar la salud del hígado y de la vesícula, aliviando síntomas como mareos y la hinchazón abdominal”, y solo hay que licuar ¼ de melón con un puñado de menta hasta conseguir una mezcla homogénea, que se debe consumir recién se prepara.
3. Té de jengibre, cacao y canela: “Este té tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que ayudan a reducir los daños causados por los radicales libres en la células del hígado, además de mejorar los niveles de las enzimas hepáticas ALT y AST, la resistencia a la insulina y reducir la acumulación de grasa en el hígado”, y solo hay que hervir un litro de agua y agregar 1 cm de raíz de jengibre cortada en rodajas o rallada, una pizca de canela en polvo, y una pizca de cacao en polvo; que se debe dejar reposar por cinco o diez. En seguida, se retira el jengibre y se consume de tres a cuatro tazas en el transcurso del día.
4. Té de ajo con limón: “El ajo posee alicina en su composición que tiene acción antioxidante y ayuda a reducir los niveles de colesterol malo y de triglicéridos, reduciendo así el riesgo de acumular grasa en el hígado”, y solo hay que hervir tres tazas de agua y agregar tres dientes de ajo sin cáscara y cortados por la mitad con. Después, tras diez minutos, se retira el ajo y se agrega 1/2 taza de jugo de limón, y se consume.
De todos modos, la información antes dada no sustituye la asesoría médica y es de vital importancia consultar a un experto de la salud para que sea este quien explique el tema mencionado.