Las marcas de leche ‘Aro’ y ‘Medalla de oro’ deben retirar del mercado, de forma inmediata, varios lotes de su producto lácteo por orden del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), porque estarían exponiendo a riesgos la salud de los consumidores.
Según las inspecciones que realizó el Invima en las dos plantas procesadoras de leche de estas marcas, hallaron como resultado la presencia de caseinomacropeptido, una especie de suero que se expulsa en la fabricación de queso y con el cual estarían produciendo leche.
Sumado a esta alteración, el Invima estableció que la Leche Entera Ultra Alta Temperatura (UAT) Larga Vida tenía una adición no conforme de lactosuero.
Los dos hallazgos representan prácticas prohibidas por la normativa, puesto que afectan la calidad del producto y sus compuestos nutricionales.
Debido a esto, el Invima ordenó que retirarán de inmediato del mercado estos productos, con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria de los consumidores. La medida fue impuesta a las dos marcas mencionadas que debe acatar la orden y proceder, o de lo contrario tendrán sanciones más graves.
Estos son los productos que deben salir del mercado y que las personas deben conocer para estar atentas por si los han comprado o los encuentran en tiendas y supermercados. En estos casos, la recomendación es no consumirlos.
Producto Leche marca “LELÉ” con Registro Sanitario RSA-0022866-2022, Lote 011 APES y fecha de vencimiento 2024-04-09, con una concentración de 45,1 µg/mL.
Producto Leche marca “Medalla de Oro” con Registro Sanitario RSA-0022866-2022, Lote 011 APES y fecha de vencimiento 09-04-2024, tuvo una concentración de 50,1 g/mL.
Producto Lecha Marca “Aro” con Registro Sanitario RSA-0022866-2022, Lote 011 APES y fecha de vencimiento 2024-04-09, con una concentración de 48,9 µg/mL.
Así mismo, el Invima exigió a los fabricantes de estos productos que deben mejorar sus procesos de producción de la leche, y cumplir con los requisitos establecidos en el reglamento, para que sean aptos y puedan consumirse sin riesgos, de lo contrario no podrán comercializarse.
Las empresas fabricantes deben evitar la adulteración de la leche y controlar los niveles de lactosuero que se pueden poner en los productos lácteos, algo que inspeccionará el Invima antes de permitir que vuelvan al mercado.