La alimentación balanceada es la base de una buena salud. Frutas, verduras, granos, semillas y frutos secos son ampliamente recomendados por médicos para la mayoría de dietas. Sin embargo, hay algunos productos como aquellos altamente procesados o los que son artificiales/sintéticos que perjudican en gran manera al organismo.
Entre los más desaconsejados por los profesionales de la salud están los condimentos, pues sugieren adobar las comidas solo con un poco de sal y ajo, en la minoría de los casos. No obstante, muchos sugieren que cada alimento se mantenga con su propio sazón natural.
Este conocimiento ha sido replicado por mucho tiempo. No en tanto, no todas las especias son negativas, ya que varias de estas son 100 % naturales y, contrario a lo que se mencionó anteriormente, pueden traer una numerosa lista de beneficios al cuerpo.
El orégano, el cilantro, la albahaca, el comino o la canela son algunas de las que contienen propiedades altamente colaborativas para los diferentes sistemas.
Otro caso de lo anterior es el de la cúrcuma, que es una planta herbácea que se ha utilizado como especia desde hace mucho tiempo, desde su exportación original, la cual se produjo hace varios siglos desde la India, lugar de procedencia de la mayoría de este tipo de productos.
Entre sus bondades, se destaca que ha sido usada en la medicina ayurvédica y china para tratar males como la inflamación, las enfermedades de la piel, heridas, algunas dolencias digestivas y las condiciones hepáticas, como los problemas de circulación.
Además, estudios recientes relacionan sus propiedades con la capacidad de intervenir en favor del cerebro en la lucha contra el alzhéimer.
Esta dolencia neuronal ocurre porque se forman placas de amiloides que impiden la comunicación regular entre las células nerviosas (neuronas). Justamente la cúrcuma tiene un efecto que destruye o impide la aparición de tales placas, liberando a las terminaciones neuronales y permitiendo la continuación del transporte de información.
Asimismo, posee características antiinflamatorias, anticitotóxicas y neuro restauradoras.
A pesar de lo anterior, no se ha comprobado científicamente que el consumo directo de la cúrcuma tenga un resultado inmediato contra el alzhéimer. Lo que sí se analiza es la posibilidad de usarla como base o como punto de partida para la producción de fármacos o la elaboración de tratamientos.
La planta que produce colágeno y reduce las arrugas
El colágeno es una sustancia que contribuye al buen funcionamiento de huesos, dientes, músculos, piel, articulaciones y algunos tejidos conectivos. De acuerdo con el Grupo Sanitas de España, otorga elasticidad a la piel, previniendo la aparición de arrugas.
La mayoría de productos para la piel contienen colágeno; sin embargo, hay alimentos que pueden ayudar a producirlo de manera natural. Entre estos, se encuentra la cola de caballo.
De acuerdo a la revista Farmacia Profesional, una de las propiedades de esta planta es su alto contenido en sales de sílice, el cual es un mineral indispensable en la formación de tejido. “Activa la formación de colágeno a cargo de los fibroblastos, aumentando la elasticidad de los tejidos”, así lo describe Salud 180, pues, por estos nutrientes, la cola de caballo es ideal para el uso cosmético para el cuidado de la piel, el cabello y la prevención para la aparición de arrugas.
Adicional, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde señala: “La cola de caballo tiene acción astringente y antioxidante, contribuyendo a mejorar la calidad de la piel, ya que combate los radicales libres que causan daños en las células y pueden causar envejecimiento precoz”.
Para los beneficios de esta planta hay que hervir una taza de agua. Después, se espera un minuto y se agrega un puñado de la planta cola de caballo y dos cucharadas de linaza. Finalmente, se espera que la mezcla se enfríe, se aplica en el rostro y se deja actuando toda la noche, para al día siguiente retirar con agua fría.