Dormir bien trae innumerables beneficios para la salud mental y física que son importantes mencionar.
Cuando una persona se acuesta a dormir, sus músculos se relajan, la frecuencia respiratoria y cardiaca se hace más lenta; así como la actividad cerebral. Los ojos se mueven lentamente y el estado de alerta del organismo disminuye. El cuerpo entra en descanso y esto le permite prepararse para el día siguiente.
Según explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, “dormir le da al cuerpo y al cerebro tiempo para recuperarse del estrés del día. Después de una buena noche de sueño, usted se desempeña mejor y es mejor para tomar decisiones. Dormir lo ayuda a sentirse más alerta, optimista y a tener una mejor relación con las personas. Dormir también ayuda al cuerpo a combatir enfermedades”.
Una de ellas es la lavanda. Su nombre científico es lavandulae, proviene del verbo latino lavare. Su aroma inconfundible la ha convertido en una joya de la aromaterapia. En países como Francia, por ejemplo, es muy utilizada para elaborar perfumes y aguas de colonia. También se utiliza como ambientador y para ahuyentar los insectos.
El portal Cuerpo Mente asegura que es una hierba sedante, que reduce la tensión nerviosa, las palpitaciones, los estados de ansiedad, el insomnio y ayuda a controlar la tensión arterial.
Adicionalmente, sus flores son la materia prima para la producción del aceite esencial, que es utilizado para tratar diversas afecciones como las quemaduras o las heridas en la piel. Este producto tiene propiedades regeneradoras que ayudan a la cicatrización de la piel, de acuerdo con información del portal Hogarmanía.
Es un antiséptico natural y también posee propiedades antiinflamatorias, de ahí que su aplicación en zonas lesionadas e incluso en las quemaduras solares, ayude a regenerar los tejidos, evitando la aparición de ampollas en el caso de quemaduras graves.
Esta planta puede usarse de dos formas. Por un lado, en infusión, la cual puede prepararse haciendo uso de sus flores y con suficiente agua o en aceite, que puede encontrarse en tiendas naturistas indicado para usos externos.
El aceite esencial de lavanda se puede mezclar con otros como el de almendras, de oliva o de caléndula para tratar las quemaduras y las enfermedades cutáneas. Sin embargo, se debe tener en cuenta que, pese a ser un aceite natural, se debe utilizar con precaución y rebajarlo siempre en un 10 % con cremas o aceites base de tipo vegetal para evitar posibles efectos adversos. También se puede mezclar con una crema corporal.