Al transcurrir de los años, la mayoría de seres humanos suelen llegar a una época en que su memoria se va deteriorando y, por ende, van olvidando algunas cosas de las que tenían en cuenta durante sus años de juventud. Y es que a pesar de que cuando es joven se crea que la memoria es estable e infinita, empieza a llamar bastante la atención cuando los signos ya son patentes con la edad.

Durante los últimos tiempos, distintos científicos se han dado a la tarea de investigar algunos nuevas maneras en las que las personas de la tercera edad pueden perder su memoria, las cuales pueden generar afectaciones, sobre todo en el sistema límbico del cerebro. En ese sentido, esta se define como el Síndrome Neurodegenerativo Amnésico con Predominio Límbico (LANS) que suele ser confundido con la enfermedad de Alzheimer.

Sin embargo, la Clínica Mayo hace la aclaración de que la diferencia con la enfermedad mencionada es que progresa de una manera más lenta y posee un mejor pronóstico. Asimismo, los médicos que trabajan investigándola pueden encontrar eficazmente las respuestas para darle cura a los pacientes que la padecen y las características del síndrome podrían confirmarse únicamente si se examina el tejido cerebral luego de que una persona haya fallecido.

El Síndrome Neurodegenerativo Amnésico con Predominio Límbico (LANS) suele ser confundido con la enfermedad de Alzheimer. | Foto: Copyright Dazeley

En una investigación que fue publicada en la revista Brain Communications, indica que factores como la edad, la gravedad del deterioro de la memoria, los escáneres cerebrales y los biomarcadores son algunas recomendaciones para que los médicos neurólogos y otros especialistas en el tema puedan darle a sus pacientes un diagnostico más minucioso que incluyan tratamientos que sean fáciles de llevar.

Y es que de acuerdo con el doctor David T. Jones, neurólogo de Clínica Mayo y líder de la investigación, señala que cuando se comprenden las condiciones del LANS, se podrá presentar una mejoría en los síntomas y los pacientes tendrán la oportunidad de acceder a terapias más personalizadas, lo cual se considera una diferencia con la enfermedad de Alzheimer.

Factores como la edad, la gravedad del deterioro de la memoria, los escáneres cerebrales y los biomarcadores son algunas recomendaciones para que los médicos neurólogos y otros especialistas en el tema puedan darle a sus pacientes un diagnostico más minucioso que incluyan tratamientos que sean fáciles de llevar. | Foto: Derek Berwin. 2014

“En nuestro trabajo clínico, vemos pacientes cuyos síntomas de memoria parecen imitar la enfermedad de Alzheimer, pero cuando mira de cerca sus imágenes cerebrales o biomarcadores, queda claro que no tienen Alzheimer. Hasta la fecha, no había un diagnóstico médico específico que apuntara a esto; pero ahora podemos ofrecer a los pacientes algunas respuestas”, sostuvo Jones en un testimonio publicado en el portal web de la entidad sin ánimo de lucro.