Conseguir una sonrisa brillante es un gran desafío a lo largo del tiempo para muchas personas, ya que para muchos son es un símbolo de salud y belleza dental. Sin embargo, la preocupación que tienen la mayoría de las personas por su estética en los dientes es que con el paso del tiempo estos adquieren un tono amarillento.
Son diversos los factores que pueden contribuir a que los dientes se vuelvan amarillos, como el consumo del café, el té, vino tinto, blanco y demás alimentos pigmentados. Otro de los factores se puede deber al descuido de la higiene mental, ya que se ve afectada la blancura natural de los dientes.
Para eliminar este tono amarillento, en los últimos años se han vuelto tendencia diferentes tratamientos de odontológicos para blanquear los dientes, pero muchos de ellos se realizan con productos invasivos que podrían dañar el recubrimiento de las piezas dentales y esta situación podría ser irreversible.
Varios expertos en salud dental recomiendan algunos remedios naturales que pueden ayudar a eliminar gradualmente esas manchas y devolver el brillo a la sonrisa. Sin embargo, muchos indican que es mejor asistir a un centro de salud para que sus dientes sean revisados, previo a someterse a alguno de estos tratamientos naturales para evitar que se registren afectaciones en la salud dental.
Además, es importan tener en cuenta que estos métodos, aunque son naturales, pueden requerir tiempo y paciencia. Estos resultados pueden ser diferentes para cada persona.
- Bicarbonato de sodio: por sus propiedades abrasivas suaves, este producto puede ayudar a eliminar las manchas superficiales de los dientes. Entre las recetas indican que mezclar una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio con agua para formar una pasta y cepillarte los dientes con esta mezcla una vez a la semana. Sin embargo, es importante utilizarlo con moderación, ya que su uso excesivo podría desgastar el esmalte dental.
- Fresas: gracias a su enzima natural llamada ácido málico, se puede contribuir a reducir las manchas en los dientes. Se puede aplastar una fresa madura y aplicarla sobre sus dientes, o mezclarla con bicarbonato de sodio para crear una pasta y utilizarla como un dentífrico natural. Las personas se deben cepillar con esta mezcla suavemente y luego enjuagar bien la boca.
- Carbón activado: este producto natural puede ayudar a eliminar las manchas y toxinas de la superficie dental. Se puede encontrar en forma de polvo y usarlo como dentífrico ocasionalmente. Sin embargo, no se recomienda su uso diario, ya que podría ser demasiado abrasivo para el esmalte dental a largo plazo.
- Aceite de coco: por el ácido láurico, que puede ayudar a reducir las bacterias presentes en la boca y contribuir al blanqueamiento dental. El método conocido como “oil pulling” consiste en enjuagar la boca con una cucharada de aceite de coco durante 15-20 minutos antes de cepillarse los dientes. Esto se debe hacer con cuidado para no tragar el aceite y luego se debe enjuagar bien la boca con agua y cepillarse los dientes como de costumbre.
- Cáscara de plátano: contiene minerales como el potasio y el magnesio, que pueden ayudar a blanquear los dientes. Frote suavemente la parte interna de una cáscara de plátano en sus dientes durante unos minutos, luego cepíllese los dientes para eliminar los restos.
Es importante recordar que estos remedios naturales pueden ser complementarios a una buena higiene oral, que incluye cepillarse los dientes al menos dos veces al día, usar hilo dental y visitar al dentista regularmente.
El cuidado bucal es una parte fundamental de la salud general que a menudo puede pasar desapercibida. Muchas veces se subestima la importancia de mantener una buena higiene oral, pero la realidad es que una boca sana es esencial para disfrutar de una vida plena y saludable.
Una higiene oral adecuada es la primera línea de defensa contra enfermedades bucodentales comunes como la caries dental y la enfermedad periodontal (gingivitis y periodontitis). Cepillarse los dientes regularmente, usar hilo dental y visitar al dentista periódicamente ayudará a eliminar la placa y los residuos de alimentos que se acumulan en la boca y que pueden provocar daños a los dientes y las encías.