Con la práctica de algunos actos, la salud dental puede resultar comprometida, de ahí que los dientes tengan una apariencia desagradable o simplemente se dañen. Si bien, son muchas las situaciones que pueden generar estas consecuencias, son dos prácticas comunes las más dañinas. Conózcalas.

1. Morderse las uñas

Este mal hábito se conoce médicamente como onicofagia. Se trata de una práctica compulsiva que hace a las personas morderse las uñas. Aunque para muchos es considerado un simple tic nervioso o una costumbre inofensiva, este comportamiento puede tener raíces más profundas y consecuencias más serias de lo que se piensa.

Incluso, para el grupo de Educación en Salud para la Ciudadanía de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) la onicofagia es “la situación que tienen algunas personas que se comen las uñas, preferentemente de los dedos de las manos”.

Mantener una dentadura sana requiere ciertos esfuerzos. | Foto: Getty Images

Así entonces se concluye que este comportamiento nervioso que es señal de ansiedad e inquietud, entre sus efectos negativos, puede ser nocivo para la dentadura. Expertos aseguran que morderse las uñas es algo que podrá romper la pieza dental e impactar de lleno en la mandíbula.

Por lo tanto, si usted realiza esta acción y desea tener una dentadura sana, deberá eliminar o evitarla, algunas soluciones para lograrlo es el uso de esmaltes de uñas con sabores desagradables.

2. Hacer rechinar los dientes

Esto se conoce científicamente como el bruxismo, un trastorno que consiste en apretar los dientes de forma inconsciente, por lo menos un 20% de la población se ve afectada por esta práctica y es más frecuente durante el sueño.

Algunos expertos consideran que el bruxismo es un trastorno asociado al estrés, sobre todo cuando se produce en las noches, aunque también existen personas que son conscientes de este fenómeno durante el día.

Apretar y rechinar los dientes durante la noche puede provocar consecuencias a corto y largo plazo. | Foto: Gettyimages

Es un hábito que hace daño a los dientes, ya que podría romperlos, causar sensibilidad, dolor muscular y articular cada vez que masticamos o abrimos la boca.

Este comportamiento es posible solucionarlo haciendo ejercicios de relajación y tomando consciencia de las acciones. También mediante el uso de un protector bucal nocturno.

Los dientes deben cepillarse determinadas veces al día. | Foto: Yuri_Arcurs

Finalmente, tenga en cuenta que si su intención es tener una dentadura saludable y gozar de buena salud, lo mejor es proteger los dientes para así gozar de buena salud bucal. En este proceso será fundamental evitar repetir estos comportamientos y malos hábitos, por más inconscientes que sean.

Y recuerde que la ayuda profesional será trascendental.