Sufrir de colesterol alto significa que la circulación de moléculas grasas presentes en el torrente sanguíneo de forma gradual se vayan asentando en las paredes arteriales. Cuanto más tiempo pasa sin que se trate esta enfermedad, mayor será el riesgo de que las arterias se obstruyan, lo que aumenta considerablemente el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cardiovascular.
Para hacerle frente a esta condición e incluso prevenirla, la dieta cumple un papel fundamental, pues la elección de los alimentos adecuados pueden marcar ampliamente la diferencia. Según señalan los expertos y estudios sobre el colesterol, una buena alimentación no solo reduce los niveles de este en la sangre, sino también que ayuda a impulsar la pérdida de peso.
En ese sentido, los cereales integrales son reconocidos por su gran influencia positiva en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Por ejemplo, se recomienda sustituir la harina refinada con granos de este tipo en la dieta brinda una gran cantidad de beneficios para la salud, en lo que incluye la reducción de los niveles de colesterol.
De acuerdo a un estudio publicado en el Journal of American Dietetic Association, se encontró que los participantes de este que comieron dos porciones diarias de avena cocinada redujeron su colesterol total y el LDL (colesterol malo), además de mostrar una pérdida significativa de peso.
Así mismo, se sugiere comer de desayuno cereal que contengan granos integrales por encima de los convencionales, pues estos son bajos en azúcar.
“Los cereales integrales son una gran adición a una dieta saludable para el corazón. Comerlos regularmente, como parte de una dieta y un estilo de vida saludables, se ha relacionado con un menor riesgo de desarrollar ciertas enfermedades, incluidas las enfermedades del corazón”, afirman desde Heart UK.
Vale destacar que el cereal integral es un cereal que contiene todas las partes de este, además de una amplia variedad de nutrientes como la fibra, vitaminas y minerales. Cuando estos granos integrales se muelen o refinan, se logra eliminar las porciones de salvado y germen, suprimiendo también algunos de estos nutrientes.
Según un estudio publicado por la Biblioteca Nacional de Salud, el cual investigó el impacto de los cereales integrales sobre los lípidos y el colesterol en la sangre, se determinó la influencia de la ingesta de cereales en la reducción del colesterol LDL.
Este estudio involucró la búsqueda de bibliografía suficiente de manera sistemática en las bases de datos seleccionadas. Este estudio incluyó comparaciones controladas de manera aleatoria entre alimentos integrales y un control no integral en los adultos. En este participaron 6.069 artículos y se extrajeron de un total de 24 estudios.
Durante el estudio, se pudo determinar que los alimentos fuera del grupo de integrales no produjeron ningún efecto sobre el colesterol HDL, mientras que los integrales sí redujeron los triglicéridos en comparación con el grupo anterior.
Se pudo concluir con el estudio que el consumo de alimentos integrales reduce el colesterol LDL, más no el HDL ni los triglicéridos, a comparación del consumo de dietas que no contengan cereales integrales.
“La avena integral parece ser el grano integral más efectivo para reducir el colesterol”, señalaron. Por ejemplo, los carbohidratos integrales que se encuentran en alimentos como el pan integral, cereales, arroz integral o la pasta, pueden contribuir a reducir el colesterol malo, según el NHS.
Existen dos tipos principales de grasas: las saturadas e insaturadas. Comer demasiados alimentos con grasas saturadas puede elevar significativamente el colesterol en la sangre. Mientras que consumir aquellos con grasas no saturadas puede ayudar a reducir estos niveles en el organismo.