La falta de ejercicio, obesidad, embarazo, estar sentado mucho tiempo, la edad, los antecedentes familiares y lesiones son las principales responsables de generar afectaciones en la circulación de la sangre.
Estas son las causas de los problemas circulatorios, entre los que también están las enfermedades vasculares, ya que esta mala circulación se produce cuando se reduce el flujo de la sangre a una parte específica del cuerpo.
Los expertos médicos indican que la mala circulación no es una mala enfermedad en sí misma, sino el resultado de otros factores como la enfermedad arterial periférica, las venas varicosas y los coágulos de sangre.
Entre los síntomas que se puede registrar una persona que tiene mala circulación están los hormigueos, sensación de pesadez y rasquiña en las piernas, además de tener la piel fría, seca o escamosa. A estos se le suman los calambres, ausencia de vellos en las piernas, grietas en los talones y coloración pálida o azulada en las zonas de mala circulación.
Sin embargo, para evitar la mala circulación hay una serie de ejercicios que se pueden realizar pare reactivar, en especial, las piernas que son las principales afectadas.
Estos ejercicios se pueden realizar en diferentes momentos del día y son positivos para que las personas disminuyan las molestias que pueden generar tener los problemas de circulación.
Recomendaciones y ejercicios
Entre las principales están:
- Ropa: se debe utilizar ropa de compresión como calcetines, medios o mallas, ya que estas ayudan a reducir la dilatación de las venas y aumentar la velocidad del flujo sanguíneo.
- Caminar: entre los ejercicios está caminar de puntillas para activar la circulación de las pantorrillas y los gemelos.
- Pausas activas: en medio del trabajo o el estudio, los especialistas recomiendan hacer pequeñas pausas cada 45 o 60 minutos. En estas se pueden levantar de la silla y caminar por algunos momentos. También realizar leves estiramientos.
- Duchas y masajes: tras un día largo de trabajo, se recomiendan masajes con geles fríos, los movimientos se deben realizar desde el pie hasta la rodilla en un sentido ascendente para estimular el flujo sanguíneo de retorno.
- Dieta saludable: los expertos recomiendan que se siga una dieta rica en verduras, cereales y fibra, además de reducir el nivel de sal en la alimentación para lograr tener una circulación adecuada.
- Hidratación: a la alimentación se le suma aumentar y mejorar el consumo de agua y mantener el cuerpo hidratado. Además, la piel, en especial la epidermis, debe estar hidratada con la ayuda de cremas o aceites recomendados.
A estas recomendaciones se le suman que se puede realizar diferentes masajes y ejercicios para que estas molestias no generen afectaciones.
Por ejemplo, una manera de mejorar la circulación sanguínea, según el portal web Centro de Enfermedades de Venas, es mediante el masaje de pies y piernas.
Para este, es recomendable realizar el uso de aceites esenciales, como el aceite de romero, conocido por sus propiedades estimulantes. Además, este aceite es relajante y promueve la circulación sanguínea. Allí se debe realizar un suave masaje circular en los pies y las piernas, comenzando desde los tobillos y desplazarse hacia arriba en dirección a los muslos.
“Es recomendable que levante las piernas por encima del nivel del corazón unas tres o cuatro veces al día, durante 15 minutos cada vez. De esta manera, evitará que la hinchazón aparezca y el dolor será menos frecuente o intenso”, puntualizan en el portal Thrombocid.
Es importante mencionar que la buena circulación es señal de un muy buen estado de salud; de ser mala, disminuye la calidad de vida, siendo molesta y dolorosa, ya que cuando hay problemas de circulación se impide que el oxígeno llegue principalmente a las extremidades.