Los frutos secos son una gran bomba nutricional que brinda muchos beneficios para la salud, especialmente en la prevención de gripas o resfriados, por ser una fuente de vitamina E y gracias a su versatilidad en la cocina, convirtiendo este alimento en un ingrediente que se puede agregar a cientos de deliciosas recetas.
Entre todas las variedades de frutos secos, las almendras, que provienen del fruto del almendro que tienen origen del punto central de Asia, son las que más resaltan por sus propiedades, logrando que, gracias a ello, su semilla se haya expandido a muchas otras áreas geográficas con temperaturas cálidas, donde es fácil que se dé.
Los principales países productores de almendras son: Estados Unidos, España, Italia, Siria y Marruecos.
La vitamina E presente en ese fruto seco, es un antioxidante que centra su función en el fortalecimiento del sistema inmunológico. Es un nutriente que ayuda a proteger las células de los radicales libres, que son los causantes de daños en el organismo y debilitar las defensas del cuerpo.
Al consumir almendras de forma constante, sin importar cuál sea su presentación, se le están proporcionando al organismo grandes dosis de vitaminas, ayudando a prevenir enfermedades ligeras como las gripes, los resfriados y otras relacionadas con el sistema respiratorio.
Importantes aliadas del corazón
Las almendras también son una fuente de grasas saludables, principalmente de grasas monoinsaturadas, que son beneficiosas para la salud cardiovascular. Esas sustancias ayudan a reducir el colesterol LDL, que es considerado malo, y sirve para aumentar el colesterol HDL, o conocido como el bueno.
Por ser una fuente de proteína vegetal, calcio, fibra y magnesio, ese fruto contribuye a mantener el corazón sano. Además, existen estudios que demuestran que otro de los beneficios de consumir almendras es que ofrece un mayor control a la presencia del azúcar en la sangre.
Al ser un alimento que contiene muy pocos carbohidratos, solo 3.5 por cada 100 gramos, hace que se pueda consumir seguido, generar una sensación de saciedad y así se evita recurrir a otras comidas que podrían significar mayor carga calórica en el cuerpo.
Si se consumen almendras como merienda y se empieza a fortalecer ese hábito, las personas que buscan reducir algunos kilos de más y lograr resultados importantes de forma saludable. Esto es posible gracias a la presencia de ácidos grasos poliinsaturados. Uno de sus mayores beneficios estéticos es que pueden ayudar a reducir la grasa de la cintura.
¿Qué se puede hacer con almendras?
Las posibilidades que tienen las almendras en las preparaciones son infinitas y deliciosas, porque pueden consumirse crudas, tostadas, picadas o molidas. Son un ingrediente clave para muchas variedades de recetas, tanto del mundo dulce como del salado. Se pueden hacer ensaladas, batidos, granolas, platos fuertes, meriendas y hasta postres como galletas, pasteles y helados, añadiendo su característico sabor y textura crocante a cualquier preparación.
Ese fruto seco también se usa para hacer leche de almendras, una alternativa vegetal a la leche que se consume normalmente de procedencia animal. Se usa como base para la mantequilla de almendras, una alternativa más saludable para el desayuno.
Aunque son deliciosas por sí solas y de esa forma se aprovechan más sus beneficios, se pueden combinar con otros ingredientes para crear sabores diferentes. Algunas son tostadas francesas con canela o curry, para darles un toque de sabor más exótico. Se puede añadir a platos salados como salteados de verduras, carnes blancas y rojas, arroces o salsas.
Sin embargo, como todo, cualquier consumo en exceso tiene sus partes negativas, porque en el caso de las almendras, podría acarrear dolores de estómago, inflamación de las paredes intestinales y vómitos.