El pistacho es uno de los frutos secos con mayores beneficios para el organismo. Aporta un 20 % de proteínas vegetales, tanto como las legumbres, aunque se come en menor cantidad, según el portal de salud Cuerpo y Mente.
Información del portal Canal Diabetes indica que estos alimentos ejercerían un papel beneficioso en la diabetes tipo 2. Este sitio web cita una investigación realizada por expertos de la Unidad de Nutrición Humana de la Universidad Rovira y Virgili, de Tarragona, en España, en la cual se determina que, en general, los frutos secos son beneficiosos para el metabolismo de las personas, y en el caso de los pacientes con diabetes, pueden ayudar más, ya que permite que el índice glucémico se mantenga en niveles favorables.
Según el análisis, la composición nutricional de los pistachos es buena para las personas que tienen niveles de glucosa altos, gracias a que son ricos en fibra, betacarotenos y otras sustancias antioxidantes, que también ayudan a mantener el corazón sano y a prevenir patologías cardiovasculares.
En esta línea, el portal de bienestar y salud Tua Saúde indica que este fruto seco contiene importantes cantidades de flavonoides, sustancias antioxidantes que ayudan a regular el funcionamiento de la insulina e influyen positivamente en varias enzimas que equilibran el azúcar en la sangre, siendo importante para prevenir y tratar la diabetes. Además, contienen grasas, fibras y proteínas, favoreciendo el retraso en la digestión de los alimentos, controlando mejor la glucosa.
Recomendaciones para regular la glucosa
El portal especializado Healthline destacó algunas formas eficaces con las que es posible bajar los niveles de glucosa en la sangre:
1. Controlar los carbohidratos: eso no quiere decir que se deban eliminar completamente los carbohidratos, sino que las porciones deben ser moderadas. Para esto es importante consultar a un nutricionista para recibir un plan de comidas especializado y las recomendaciones profesionales correctas.
2. Beber agua: la deshidratación es uno de los problemas que pueden elevar el azúcar en la sangre. “Menos agua en el cuerpo significa que hay una mayor concentración de azúcar en la sangre”, explica el Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de Estados Unidos.
3. Hacer ejercicio: un estudio realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Leiden, Países Bajos, concluyó que hacer ejercicio por la tarde o por la noche se asocia con una menor resistencia a la insulina y, como consecuencia, un mejor control del azúcar en la sangre.
4. Incrementar la ingesta de fibra: controla la glucosa debido a que el cuerpo no puede absorber y descomponer la fibra, por lo que no se genera un aumento súbito en el nivel de azúcar en la sangre, como lo hacen otros carbohidratos. Esto puede ayudar a mantener la glucosa en los valores deseados.