Los altos niveles de azúcar en la sangre pueden ocasionar un daño en los vasos sanguíneos y en las células nerviosas. Esto a su vez puede afectar a todos los órganos del cuerpo y tener consecuencias tales como la pérdida de la visión, daño renal y un mayor riesgo de sufrir enfermedades y hasta incluso un derrame cerebral.

Una de las mejores y más natural forma de controlar el nivel alto del azúcar en la sangre, médicamente conocido como diabetes, es a través de la dieta. Escoger los alimentos correctos puede ayudar a contrarrestar su avance a tipo 2 e incluso, prevenirla y así evitar que los síntomas y complicaciones de la diabetes empeoren.

Diabetes. | Foto: © 2009 Yellowdog Productions RIGHTS RESERVED

A continuación se presentarán algunos de los mejores alimentos para poder vivir con una diabetes controlada o evitarla contraer, pues cada comida juega un papel fundamental en la constitución de una dieta saludable y balanceada, especialmente para aquellas personas que sufren de esta afección.

Alimentos que ayudan a combatir los altos niveles de azúcar en la sangre

Nueces: este fruto seco cuenta con una combinación de fibra, proteínas y grasas saludables que lo convierten en una gran opción para ser un bocadillo de carbohidratos y así reemplazar las papas fritas o galletas saladas.

Las nueces también pueden ayudar a disminuir el colesterol dañino, pues sus ácidos grasos pueden aumentar el colesterol bueno en el cuerpo. Esto puede también contribuir a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares o un ataque cardiaco, afecciones que las personas con diabetes tienen el riesgo de padecer en mayor porcentaje.

Según un estudio publicado en el 2012, las personas que consumían nueces por lo menos dos veces a la semana parecían tener un menor riesgo de aumentar de peso a comparación de aquellas que nunca o muy rara vez consumían nueces.

Las nueces son frutos muy saludables para el azúcar en la sangre. | Foto: ©lacaosa21

Aguacate: esta fruta representa una buena fuente de grasa saludable, así como cuenta con un gran aporte de al menos 20 vitaminas y minerales. Es rico en potasio, vitaminas como C, E y K, luteína y betacaroteno.

Consumir alimentos de este tipo, con grasas saludables, ayudan a aumentar la sensación de saciedad, evitando comer en grandes cantidades y así promover la obesidad. Comer este tipo de grasas desacelera la digestión de los carbohidratos, lo que ayuda a mantener los niveles del azúcar e la sangre en condiciones adecuadas.

El aguacate es rico también en fibra. Se supone que la mitad de una fruta contiene unos 6 a 7 gramos, por lo cual los científicos han vinculado una alta ingesta de fibra con un riesgo mucho menor a contraer diabetes y sus consecuencias.

Pan integral: este alimento contiene granos germinados, porque para su elaboración, se deben primero remojar los granos para que posteriormente estos germinen. Esto permite una mayor cantidad de proteínas y nutrientes.

Los granos integrales son ricos en vitaminas del grupo B, así como minerales y antioxidantes. Estos germinados pueden aumentar las cantidades de vitaminas y propiedades positivas y así reducir el contenido de almidón.

De acuerdo a un artículo publicado en el Journal of Nutrition and Metabolism, el pan integral, especialmente el que contiene grano germinado, ha ayudado a contribuir con una mejor respuesta al azúcar en la sangre acorde con investigaciones que involucran a hombre que padecen de obesidad.

Pan integral. | Foto: Juanmonino

Semillas de calabaza: presentan un alto contenido de magnesio, fibra y ácidos grasos saludables. Cabe destacar que el cuerpo humano requiere del magnesio para poder realizar más de 300 procesos, incluyendo el de descomponer alimentos y así obtener energía.

Según estudios, algunas macromoléculas presentes en las semillas de calabaza pueden ayudar a controlar el nivel del azúcar en la sangre. Personas que presentan bajos niveles de magnesio suelen también presentar resistencia a la insulina, por lo que, por lo general, presentan diabetes.

Una taza de 144 gramos de fresa contiene por lo menos 84,7 mg de vitamina C y solo 44 calorías. Los expertos recomiendan que un adulto debería consumir de 75 a 90 gramos de vitamina C cada día, de acuerdo a su edad y el sexo. También hay que señalar que una taza de esta fruta contiene poco más de 7 gramos de azúcar, por lo que se recomienda no añadirla al momento de su consumo.