Al entrar al supermercado y hacer las compras para el hogar, uno de los productos que no puede faltar en la canasta, por lo menos en gran parte del mundo, es el papel higiénico.
Todos los seres humanos necesitan deshacerse de los residuos que no aportan nada para su cuerpo, por lo que todos requieren ir al baño para expulsarlos y, por ende, limpiar la zona afectada para evitar incomodidades y hasta infecciones. El papel higiénico es el que ha cumplido por mucho tiempo esta función.
Sin embargo, la ciencia ha encontrado que este producto, pese a su masiva utilización, podría no ser tan saludable para las personas. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Florida, en Estados Unidos, el papel higiénico contiene una alta cantidad de PFAS, es decir, sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas.
Las mencionadas sustancias están vinculadas con la aparición del cáncer y con la alternación hormonal en los niños, siendo estas las principales facultades nocivas del papel higiénico.
Esto sin contar su afectación para el medio ambiente, ya que el estudio también revela que entre sus componentes se encuentran los llamados “químicos eternos”, es decir, aquellos que pueden persistir por mucho tiempo en el entorno sin desintegrarse, entre los cuales están nuevamente los PFAS.
Otra problemática está en que para la producción de una tonelada de papel, que no es mucho en comparación a la población mundial y la demanda del papel higiénico, se necesita talar aproximadamente 17 árboles, lo que integra a la discusión los dilemas por deforestación que están generando grandes cambios ecosistémicos, así como alteraciones en las condiciones de la atmósfera y el cambio climático.
Como última ‘contraindicación’, los científicos han estimado que utilizar este producto puede llegar a aportar desde una cantidad pequeña de 6,4 hasta una mucho mayor de 80 partes de contaminación por mil millones al año a las aguas residuales, volviendo nocivo incluso para el proceso de tratamiento del líquido vital.
Y de acuerdo con el portal Computer Hoy, aquellas variables que ofrecen un producto con papel extra suave o diferentes aromas estarían utilizando más celulosa que papel reciclado en los procesos de fabricación de estos, lo que desencadena, una vez más, en mayor contaminación.
El avance tecnológico ha tenido en cuenta todas estas consideraciones para trabajar en dirección a encontrar alternativas al papel higiénico para la higiene al expulsar los residuos innecesarios del organismo.
Una de las opciones que podrían entrar a reemplazar este producto en el mediano plazo es el uso del llamado papel higiénico reutilizable, que no es más que un elemento fabricado a partir del algodón que se puede lavar en repetidas ocasiones para su reutilización.
El problema de esta alternativa radica en que no es tan higiénico y puede resultar incómodo, esto por el mismo proceso consistente en tener que lavar el papel ya sucio y usarlo de nuevo, teniendo en mente que ya se utilizó algunas veces.
Otra posibilidad que suena mejor es la implementación de los inodoros de última generación, los cuales, de hecho, tienen como objetivo ser amigables con el medio ambiente, eliminando la cantidad de residuos por papel y ahorrando agua en su funcionamiento.
Este mecanismo, que ya está bastante extendido en países asiáticos como Japón, tiene que ver con la compra e instalación de retretes con dispensador de agua, operación que se activa con solo presionar un botón y que se encarga de emitir un ‘chorro’ dirigido a la zona afecta, limpiándola de los residuos.
Esto puede resultar más práctico que tener que dirigirse a la ducha para usar agua y jabón por cuenta propia, y el único impedimento podría ser la leve incomodidad de recibir el ‘chorro’ para aquellas comunidades occidentales que nunca han experimentado esto.