La cereza es una fruta que se puede comer fresca, congelada, como mermelada o salsa, la cual también tiene múltiples usos en recetas dulces y saladas.

Esta fruta que tiene su origen en Asia Menor, se ha extendido por diversas regiones del mundo como Turquía, Rusia, Estados Unidos, Chile, Italia, Francia y España, los cuales se han convertido en los principales países productores.

Las cerezas son frutas pequeñas y carnosas, las cuales poseen un color rojo vibrante el cual se debe a la presencia de antioxidantes.

La cereza es rica en vitamina C. | Foto: Getty Images

La licenciada en Nutrición y directora de Nutrim, Mariana Patrón Farias, explica que esos compuestos son los que provocan tonalidades de color similares en otras frutas como las moras, frutillas, frambuesas y arándanos. “Este antioxidante específicamente se llama antocianina y se destaca por cumplir funciones antiinflamatorias y antienvejecimiento”, dijo.

“Contiene vitamina A y C, proteínas, fibra y sales minerales, además de tener un bajo contenido calórico que la convierte en un snack o fruta ideal para picar saludablemente”, aseguró Patrón Farías.

A esto se suma que posee melatonina, una hormona encontrada en todas las especies animales, incluidos los seres humanos, que en concentraciones regula el ciclo del sueño.

Según el Hospital de Clínicas de Cleveland, en Estados Unidos, el consumo de cerezas promueve un sueño más reparador al poseer altos niveles de: melatonina, serotonina, sustancia química que ayuda al cuerpo a producir melatonina y triptófano, aminoácido que aumenta la serotonina.

“Las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes de las cerezas funcionan como los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como el ibuprofeno, para reducir o prevenir el dolor. Aunque, con las cerezas, no existe el riesgo de sufrir efectos secundarios dañinos, como posibles problemas gastrointestinales, renales y cardíacos”, reiteró el hospital.

Consumir esta fruta le aportará propiedades antiinflamatorias. | Foto: Getty Images