Las infusiones herbales se han popularizado con el tiempo debido a sus múltiples beneficios para el organismo, razón por la que varias personas deciden reemplazar los medicamentos por algunas de estas bebidas naturales.
De hecho, una de las infusiones más conocidas por sus propiedades medicinales es la del ginkgo, una hierba que, según la Clínica Mayo, tiene “poderosas cualidades antioxidantes” que “ayudan a mejorar la circulación dilatando los vasos sanguíneos y reduciendo la viscosidad de las plaquetas”.
Precisamente, uno de los beneficios de este té es que es rico en compuestos antioxidantes, como los flavonoides y los terpenoides, que ayudan a combatir el daño causado por los radicales libres en el cuerpo. Este efecto antioxidante puede proteger las células y los tejidos del estrés oxidativo, reduciendo así el riesgo de enfermedades crónicas y el envejecimiento prematuro.
Varios estudios han demostrado que el ginkgo puede mejorar la memoria, la concentración y la función cognitiva en general. Se cree que esto se debe a su capacidad para aumentar el flujo sanguíneo al cerebro y promover el crecimiento neuronal, lo que puede ayudar a mantener la salud cerebral a medida que envejecemos.
También es conocido por su capacidad para mejorar la circulación sanguínea periférica, lo que puede beneficiar a personas que sufren de problemas circulatorios como la enfermedad arterial periférica y la mala circulación en las extremidades. Esto también puede contribuir a una mejor salud cardiovascular en general.
Esta hierba, además, puede tener efectos positivos en la reducción del estrés y la ansiedad. Se cree que esto se debe a su capacidad para regular los neurotransmisores en el cerebro y mejorar la respuesta del cuerpo al estrés.
¿Cómo consumirlo?
El ginkgo se puede consumir en forma de comprimidos, extractos o geles. Además, sus hojas desecadas se utilizan para hacer té o infusiones.
Para consumirlo como infusión la guía es muy sencilla, solo se debe hervir agua y verterla sobre las hojas secas de ginkgo. Después, dejar reposar durante unos minutos para permitir que las hojas liberen sus compuestos beneficiosos. Finalmente, se debe dejar colar y servir caliente. Se puede endulzar con miel o agregarle limón.