El yogur es uno de los alimentos saludables más consumidos por las personas de cualquier edad, por se una excelente fuente de proteínas, calcio y fósforo, que además aporta vitamina A, vitaminas del complejo B y zinc.
Además, según informó el portal Mejor con Salud, reduce el mal aliento y previene problemas dentales, ya que elimina el ácido sulfhídirco, una de las principales causas de la halitosis, es decir, mal olor en la boca.
El yogur griego se caracteriza por tener un color entre blanco y crema, con una textura suave y un peculiar sabor ácido, que se produce por la mezcla entre la crema y el queso cottage, que es el usado para su preparación.
Su proceso de elaboración es muy parecido a la del yogur tradicional. La diferencia radica en el proceso extra de colado y filtrado, que le da la consistencia más espesa. Asimismo, pasa por un proceso más que el resto de tipos de yogur, el licuado, para eliminar el suero que el consumidor encuentra cada vez que destapa un tarro o vaso de yogur.
¿Qué tan nutritivo es?
El yogur natural se elabora a partir de la leche en un proceso de fermentación con a partir de bacterias Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus.
- Agua: 87,9 gramos.
- Energía: 61 calorías.
- Carbohidratos: 4,66 gramos.
- Grasas: 3,25 gramos.
- Proteína: 3,47 gramos.
- Calcio: 121 miligramos.
- Fósforo: 95 miligramos.
El término “probiótico” incluye una amplia gama de microorganismos vivos, principalmente bacterias pero también levaduras. Las BAL, que se encuentran en el yogur, son los probióticos más importantes y son conocidos por sus efectos beneficiosos en el tracto gastrointestinal humano. Estos microorganismos, cuando se consumen en cantidades adecuadas, tienen la capacidad de mejorar la salud intestinal.
A continuación, algunos de los beneficios que representa el consumo de yogur y sus probióticos para la salud humana, de acuerdo al artículo ‘Yogur en la salud humana’ del investigador Ricardo Adolfo Parra, publicado en la Revista Lasallista de Investigación.
- Prevención de enfermedades urogenitales: los probióticos pueden ayudar a prevenir infecciones como la candidiasis vaginal.
- Control de la diarrea: se ha demostrado que el consumo de yogur y probióticos contribuye a reducir la incidencia y la duración de la diarrea.
- Manejo de enfermedades inflamatorias intestinales: el yogur y los probióticos pueden ser beneficiosos para personas con enfermedades como la enfermedad de Crohn y la pouchitis.
- Alivio de síntomas de intolerancia a la lactosa: los probióticos en el yogur pueden ayudar a algunas personas a digerir mejor la lactosa.
- Reducción del colesterol y la presión arterial: Se ha observado que el consumo regular de yogur puede tener un impacto positivo en los niveles de colesterol y presión arterial.
- Prevención del cáncer de colon: el yogur y los probióticos pueden desempeñar un papel en la reducción del riesgo de cáncer de colon.
- Prevención de alergias alimentarias: se ha investigado la capacidad de los probióticos para reducir el riesgo de desarrollar alergias alimentarias.
- Control de úlceras gástricas causadas por Helicobacter pylori: los probióticos pueden contribuir a prevenir y tratar úlceras gástricas causadas por esta bacteria.