Hacer deporte es uno de los propósitos que muchos tienen, sin embargo, en muchas ocasiones, la flojera nos gana la partida, lo que evita que podamos ser constantes en el proceso y desistamos frecuentemente. Para eso existen algunas alternativas que podrían a ayudar a engañarlo y ganar un poco más de disciplina.
La pereza es un estado mental que todos hemos experimentado en algún momento. Ya sea cuando estamos frente a una actividad poco motivadora o cuando nos vence el cansancio, es habitual caer en un estado de inacción que nos paraliza. A pesar de que se trata de un estado adaptativo, dejarnos llevar por la pereza disminuye nuestro rendimiento y eficacia ante los retos de la vida diaria.
No es ningún secreto que incluso las personas generalmente productivas pueden tener un bajón en su motivación y productividad.
Estrategias para lograr mejores resultados
Establecer metas y objetivos realistas: La primera recomendación para vencer la pereza es establecer objetivos realistas y manejables. De hecho, es contraproducente asumir demasiadas tareas al mismo tiempo, ya que podrán hacerte caer en el agotamiento físico y mental.
Por lo tanto, hay que evitar la sobrecarga laboral, emocional o personal, puesto que esto deriva en fatiga, falta de interés e incluso ganas de querer huir de los deberes al sentirte abrumado/a por el camino que estás llevando.
No esperar la perfección: Cada día las personas buscan ser más perfectas en todo lo que hacen y eso conlleva un efecto psicológico de frustración permanente. No se trata de entregarse a la mediocridad, sino de poner en una balanza la tranquilidad mental por encima de la perfección, que probablemente nunca llegará.
Por esta misma búsqueda constante del perfeccionismo, es habitual ver una gran competitividad en diversas áreas de la vida diaria, lo que puede causar severos trastornos ansiosos. Cuando esto sucede, las personas entran en un estado de “afrontamiento evitativo” como una vía para lidiar con aquellos factores que le generan estrés.
Rodearse de personas enérgicas: “Dime con quién andas y te diré quién eres” Este viejo refrán popular tiene mucho que ver con esta siguiente estrategia para combatir la pereza, ya que si está constantemente rodeado/a de personas perezosas, lo más probable es que terminen contagiando su actitud.
Analice si la causa de tu pereza es interna o si está vinculada a alguna influencia proveniente de tu familia, amigos o incluso de tu pareja. Si es así, establece metas claras para cumplir tus objetivos sin depender de nadie más.
Organícese y mantenga el orden: Otra de las estrategias más efectivas para vencer la pereza es la organización personal y del entorno. En muchas ocasiones, cuando estamos rodeados/as de desorden la mente se activa en un estado de inacción como respuesta ante el caos. Por este motivo, trate de organizar su espacio de trabajo, su casa y su agenda.
El orden y la limpieza crean un patrón definido que te permite mantener la calma ante las distintas situaciones que se te presenten, ya que sabe que tiene el control. Cuando tiene todo en orden y planificado, su mente estará más centrada en lo que debes hacer.
Más acción y menos palabras: ¿Quiere otro consejo para vencer la pereza? Cuando le da vueltas y vueltas a un mismo asunto que debe enfrentarlo, porque cuando lo pospone al pensar que es demasiado complicado, la solución ante esto es actuar sin detenerse a pensar tanto en ello, y menos aún si se trata de alguna actividad que nos sea de su agrado.