En caldo, con un acompañante, en ensaladas, frito, sudado, y en un sin fin de preparaciones más, la carne de pollo es de las más apetecidas a nivel mundial.
Su sabor y hasta lo accesible de su precio, la convierten en una de las preferidas de miles de familias, que buscan consumir una proteína y obtener cientos de beneficios para su salud.
La pregunta que muchos se hacen es si es conveniente o no consumir este tipo de carne todos los días, sobre todo porque son múltiples las conjeturas que se escuchan sobre este hecho.
Según la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), son tres los tipos de carne que se pueden encontrar:
1. Roja: La cual viene de los músculos de los mamíferos como la ternera, el cerdo, buey, cordero, caballo y cabra.
2. Blanca: La cual viene de aves de corral como el pollo, el pavo o el pato, o también la de conejo. Aunque cabe mencionar que el cerdo o el cordero puede ser considerada como carne blanca o roja, según la edad y el corte del animal, por ejemplo, en el cerdo el solomillo es carne roja, mientras que en la parte del lomo se considera blanca.
3. Procesada: En este tipo de carnes se encuentran las que han pasado por un proceso para poder ser consumidas como la fermentación, el ahumado o aquella que se sala. Un ejemplo de ello son los embutidos, las salchichas, chorizos, el jamón, entre otros.
Y aunque los nutricionistas consideran que se debe moderar el consumo de carne roja y procesadas, debido a las grasas saturadas, a la ingesta de sal y al colesterol, la carne blanca es la que lidera la ‘batuta’ debido a sus múltiples propiedades y beneficios dentro de la dieta diaria.
La mejor opción
Consumir carne de pollo es recomendable, según la Federación Española de Nutrición (FEN), por considerarse una carne magra si se ingiere sin piel, es decir sin grasa. A esto se suma el alto nivel de proteínas por su contenido de aminoácidos esenciales.
Esta carne es fuente de fósforo, el cual ayuda al mantenimiento de los dientes y los huesos, además destaca por su contenido de ácidos grasos insaturados como el omega 6 y el omega 3, aunque cabe señalar que este último ácido graso solo se encuentra en aquellos pollos que son criados en corrales o alimentados con pienso vegetal.
Otro de sus beneficios es que es una buena fuente de vitaminas del grupo B, sobre todo de la B12 que solo está presente en alimentos de origen animal, al igual que la vitamina B3 y la B6.
Solo tres raciones a la semana
Para la FEN, el consumo de pollo no se debe realizar de manera diaria, sino solo tres veces a la semana, tal y como lo recomiendan los especialistas, sugiriendo que la ingesta de carnes magras se debe alternar con otro tipo de carnes.
Para la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), lo aconsejable es no sobrepasar el consumo de 200 a 500 gramos de carne a la semana, preferiblemente blanca sea de pollo o conejo.
Los especialistas de Eat this, not that, insisten en cambio en que el consumo diario de pollo puede entregar grandes beneficios como por ejemplo:
Ayudar a fortalecer los huesos con al menos uno de los muchos nutrientes que éste necesita.
Sentirse más satisfecho al consumir su carne libre de grasas, lo que le permitirá a la persona hasta bajar de peso y eliminar el consumo de grasas saturadas. En este punto es necesario precisar que aunque la carne de ave tiene menos grasas saturadas que la roja, hay que tener en cuenta la cantidad de grasa que se utiliza en sus preparaciones, pues el consumir pollo frito a diario podría traer graves consecuencias para el organismo.
El consumo de este alimento puede ser un estimulante para el cerebro, sobre todo por su contenido de colina, que es un nutriente que ayuda a la funciones cerebrales y a la memoria.
Sin olvidar también el aminoácido triptófano que posee influye en el aumento de serotonina, que es considerada la hormona de bienestar, por lo que incorporar el pollo a la dieta de una manera moderada, podría causar que usted siempre cuente con un buen estado de ánimo.
Ideal para los deportistas
Y es precisamente esta razón la que podría llevar a que fuera tan recomendado para los deportistas, sobre todo porque cerca del 22 % de su composición es proteína, lo que ayuda a mantener los músculos y huesos en buen estado.
Los especialistas indican que si se consume pollo todos los días, se podría perder nutrientes importantes de otro tipo de alimentos que también son fuente fundamental de proteínas como los mariscos, el pescado, los fríjoles y las legumbres, cuyas propiedades no las tienen las aves.