El huevo es rico en proteínas y nutrientes, por lo que se convierte en un alimento esencial para la dieta en cualquier etapa de la vida. Tiene un gran aporte de vitaminas liposolubles e hidrosolubles, así como de minerales, por lo que es un alimento con múltiples beneficios para la salud.
Una de las dudas que aparece a la hora de incluir este alimento en la dieta es si el huevo se debe consumir entero o es preferible optar solo por la clara o la yema.
Beneficios de la clara
Primero, es importante mencionar que naturalmente los huevos de gallina tienen un alto contenido de colesterol, por lo que algunas personas deciden consumir solo la clara. Cabe decir que no hay evidencia científica de que la yema eleve los niveles de colesterol malo, como ocurre con los alimentos altos en grasas trans y grasas saturadas.
Sin embargo, las claras sí aportan menos calorías que las yemas, por lo que muchas personas optan por su consumo. Además, son ricas en las vitaminas del complejo B, es decir, vitaminas como estas: B2, B3, B5, B6, B8, B9 y la B12.
Las claras de huevo también contienen un tipo de péptido que nos permite reducir la presión arterial y sus concentraciones de proteína son levemente superiores a las de la yema.
No obstante, también es necesario tener en cuenta que la mayoría de las reacciones alérgicas al huevo se producen por la proteína presente en la clara. Se estima que hasta el 2,5 % de los niños desarrollan esta alergia, lo que la hace una de las más comunes en el mundo.
¿Y la yema?
La yema del huevo es rica en grasas, su contenido es alrededor de cuatro gramos de grasa por huevo, de las cuales solo 1,5 son saturadas y el resto son muy beneficiosas para el organismo. Contrario a lo que puede creerse, su colesterol es inofensivo para personas sanas.
Esta parte del huevo también es una gran fuente de minerales, como hierro, fósforo, potasio y magnesio. Es uno de los pocos alimentos ricos en vitamina D y también contiene vitaminas A, E, B9 (ácido fólico), B12, B6, B2 y B1.
La salud cerebral también se beneficia por el consumo de la yema, pues esta dispone de una sustancia llamada colina que fortalece la memoria y es recomendada para luchar contra enfermedades como el alzheimer o las demencias.
Finalmente, es rica en lecitina, que al unirse con el colesterol evita que este sea completamente absorbido por nuestro organismo. Esta sustancia nutre y cuida de nuestra médula ósea, del cerebro, el hígado, el corazón y del sistema nervioso.
¿Riesgo de enfermedades cardiacas?
Aunque algunos estudios han encontrado un vínculo entre el consumo de huevos y las enfermedades cardíacas, podría haber otras razones detrás de estos hallazgos. El portal de Mayo Clinic explica que los alimentos que se suelen consumir con huevos, como el tocino, las salchichas y el jamón, contribuyen a aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas.
La forma en que se cocinan los huevos y otros alimentos, especialmente si se fríen en aceite o mantequilla, también son factores de riesgo que influyen en la aparición de enfermedades cardíacas que los propios huevos.
Así, las personas sanas pueden comer huevo todos los días sin aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. Incluso, algunos especialistas asocian su consumo con la prevención de ciertos tipos de accidente cerebrovascular y una afección ocular grave llamada degeneración macular, que puede causar ceguera.